Ver una película o serie en su versión original o con los subtítulos de su lengua original es algo que prácticamente cualquier estudiante de un idioma ha hecho, especialmente si hablamos del inglés, ya que la cantidad de contenido disponible es ingente. Y esto es algo cada vez más extendido en el mundo, especialmente con el auge de las plataformas de streaming como Netflix, HBO, Amazon Prime, Filmin o Disney+.
Sin embargo, a medida que vemos diferentes contenidos, una pregunta recurrente que surge es si es más beneficioso ver películas con o sin subtítulos para mejorar nuestras habilidades lingüísticas. Las opciones, además, pueden ser varias: ver la película en versión original subtitulada en español, ver la película en versión original con subtítulos en inglés, ver la versión original sin subtítulos o verla en la versión doblada con subtítulos en inglés.
Ante este dilema, por el momento, la ciencia no ha dado una respuesta definitiva y concluyente. Aunque varios estudios han arrojado luz sobre el impacto que pueden tener los diversos enfoques sobre nuestras habilidades lingüísticas. Esta repercusión, además, puede variar significativamente en función del nivel del estudiante.
[Estas son las respuestas para 'clavar' cualquier entrevista de trabajo, según Harvard]
Por ejemplo, una investigación realizada por científicos de la Universidad Pompeu Fabra reunió a un grupo de estudiantes españoles de nivel intermedio de inglés como lengua extranjera para el visionado de un episodio de una serie de televisión de una hora de duración en su versión original. Para el estudio, dividieron al grupo en tres categorías: con subtítulos en inglés, español o sin subtítulos.
Antes y después de cada visionado, los investigadores realizaron una prueba de comprensión oral y de vocabulario para evaluar su percepción del habla y la adquisición de vocabulario en inglés, además de una prueba final de la comprensión de la trama.
Los resultados de las pruebas de comprensión auditiva revelaron que, tras ver la versión subtitulada en inglés, los participantes mejoraron significativamente estas habilidades en mayor medida que después de ver las versiones subtituladas en español o sin subtítulos.
Por su parte, la prueba de vocabulario no mostró grandes diferencias entre las diferentes opciones y la comprensión, como era de esperar, fue mejor para aquellos que realizaron el visionado con subtítulos en español, el idioma nativo.
Otro estudio realizado en Francia con estudiantes con un nivel modesto de inglés, no obstante, llegó a la conclusión de que en ninguna de las tres modalidades antes mencionadas se encontraron una mejora de la comprensión lingüística o de vocabulario. En cambio, los estudiantes que vieron la película en versión invertida (esto es, doblada con subtítulos en inglés) fueron los que mostraron una mejor comprensión de la película.
[El enigma del segundo estómago: por qué siempre tenemos un espacio adicional para el postre]
Por tanto, los beneficios del subtitulado de las películas son diferentes para cada espectador y depende en gran medida de su capacidad lingüística. Los subtítulos, señala el profesor de la Universidad Paris-Est Créteil (UPEC), Xavier Aparicio, en un artículo para The Conversation, permiten comprender mejor los diálogos y el argumento en general, pero también puede mermar la capacidad de procesar la acción de la película cuando su presencia no es estrictamente necesaria.
“En términos más generales, podemos reconocer que estas ayudas ofrecen una exposición muy útil a una segunda lengua y, en este sentido, ayudan a la adquisición de vocabulario. Sin embargo, no ponen al espectador en la situación de utilizar activamente esa lengua, condición indispensable para el desarrollo de las capacidades lingüísticas, sobre todo para la comunicación oral”, concluye Aparicio.
En todo caso, tanto si es con subtítulos o no, si vamos a utilizar una película o serie para mejorar nuestro nivel en el idioma que estamos aprendiendo, desde Babel, una de las principales plataformas de aprendizaje de idiomas, recomiendan dividir la película en fragmentos de 20 o 30 minutos. De esta manera, aseguran, seremos capaces de procesar mejor la película y será más sencillo rebobinar las partes que no entendemos a la primera.