Regalar un gato requiere casi la misma responsabilidad que cuidar de uno. Y de ello se ha asegurado la Ley de Bienestar Animal, en vigor desde el 29 de septiembre de 2023. Aunque la mejor opción es adoptar, hay quienes optan por comprar los ejemplares felinos en criaderos autorizados. Movidos por la exclusividad, por condiciones médicas (como las alergias) o simplemente por la estética exuberante de algunas razas, algunos ailurófilos —amantes de los gatos— deciden comprar.
La oferta, como se podría esperar, es muy variada. Antes de repasar la lista de las razas de gato más exclusivas (y caras) del mundo, los interesados en comprar un minino deben conocer los pasos que tienen que seguir para hacerlo de manera legal y tal como estipula la nueva normativa.
Al igual que ocurre cuando se adopta un animal, hay que suscribir un contrato de compraventa entre el comprador y el criadero autorizado. Y en el caso de los gatos (y los perros) solo se podrá hacer si el animal tiene al menos 2 meses de vida. En el caso de que se adquiera de un lugar distinto al lugar de nacimiento y cría, solo podrá hacerse cuando el individuo tenga 4 meses.
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Además, la persona encargada de la venta del animal de compañía tendrá que entregarlos debidamente identificados, sanos y con todos los tratamientos pertinentes conforme a la edad del ejemplar. Las informaciones que debe hacer constar son el origen, el nombre y criadero, la raza, el sexo, la edad, las características y necesidades para el cuidado, la atención veterinaria y las responsabilidades del comprador.
Una vez suscrito el contrato y con toda la documentación en regla, deberá dejarse constancia en el Registro de Animales de Compañía en los tres días hábiles posteriores.
De 45 a 73 razas distintas
Existen numerosas organizaciones especializadas en conocimiento gatuno, y dependiendo de a cuál preguntes obtendrás una cifra distinta de razas de gato reconocidas. De acuerdo con la Cat Fanciers' Association (CFA), la organización más fiable y estricta, solo existen 45 variedades de gato. No obstante, reconoce que posiblemente existan muchas razas, ya que la mayoría de gatos no son pura sangre.
Por otro lado, la Fédération Internationale Féline (FIFe) amplía los criterios de aceptación y reconoce a 47 razas distintas. El año pasado incluyó a dos en su lista de aprobación preliminar: el Bombay, una raza de gatos originaria de los Estados Unidos, desarrollada en 1965 para conseguir una versión en miniatura de la pantera negra, y el
Lykoi, también denominado gato lobo (u hombre lobo) por su aspecto similar.
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La entidad que tiene la manga más ancha es la International Cat Association (TICA, por sus siglas en inglés) que reconoce hasta 73 razas de gato distinguiendo entre tres categorías: de campeonato, las que no son de campeonato, las avanzadas y las nuevas razas preliminares.
Razas 'de diseño'
Las razas que causan más fascinación por los ailurófilos, además de los de raza pura, son las 'de diseño' o híbridas, que combinan ejemplares de pura raza. Entre ellas, se encuentran el Toyger, cruce de bengalí y gato doméstico, el Chausie, mezcla de gato de la selva y gato doméstico, y el archiconocido gato Savannah, resultado de la cría de un serval africano y un gato doméstico.
Estas clases de gato suscitan controversia, por eso no todas las organizaciones de criadores las reconocen. Inicialmente, las razas 'de diseño' se originan debido al anhelo humano de domesticar felinos silvestres. Según la Asociación Internacional del Gato (TICA), el primer intento de cruzar un gato salvaje con un gato doméstico se produjo en 1963, cuando Jean Mill "inventó" el Bengala cruzando un gato doméstico (Felis silvestris catus) con el gato leopardo asiático (Prionailurus bengalensis).
Desde entonces se ha producido un aumento vertiginoso de los gatos híbridos. Y se ha convertido en todo un negocio para algunos criaderos. Hasta tal punto que en 2004 se gestó presuntamente una raza definitiva de gato: los Ashera. Mezclaba un poco de serval africano, unas notas de leopardo asiático y una pizca de gato común. Y todo parecía que iba a ser el gato más caro del mundo, pero según las investigaciones de algunos clientes y de los medios de comunicación, se trató de una estafa.
En la lista de gatos más exclusivos (y caros) del mundo se incluyen tanto razas puras, como híbridos:
1. Savannah (≈19.000 euros)
El gato más caro es el Savannah. Es un cruce entre un serval salvaje, alto, delgado y de grandes orejas, y un gato doméstico. Su elevado coste se explica por el reducido número de generaciones que se han cruzado con los gatos domésticos.
Los F1 son los híbridos más puros. Son difíciles de 'crear' debido a las diferencias en la época de gestación ente las dos variedades hibridadas.
2. Bengala (≈15.000 euros)
El gato de Bengala, es un híbrido entre el mau egipcio y el gato leopardo asiático. Se diferencia de otras razas de mininos por una característica fundamental: le encanta el agua y no tiene miedo a los perros.
Es un gato muy elegante, musculoso y con manchas de leopardo en su grueso cabello. No es tan fácil de 'crear' y criar; muchas crías no llegan a sobrevivir.
3. Khao Mane (≈6.000 euros)
Es una variedad presente en Tailandia. Un pura raza que sorprende por la variedad y el brillo de color de sus ojos: van del azul al ámbar, amarillo o verde. Y algunos presentan heterocromía.
Son muy escasos. Para los tailandeses, tener un gato khaomane con heterocromía es un símbolo de buena suerte.
4. Sphynx (≈700 euros)
El Sphynx, conocido por su distintivo aspecto sin pelo debido a una mutación genética, se originó en 1966 en Toronto, Canadá, a partir de una gata doméstica. Esta raza destaca por su salud robusta y resistencia genética, sin propensión a problemas graves.
Más allá de su apariencia única, los Sphynx son juguetones, leales y disfrutan de la atención humana, lo que los convierte en compañeros queridos para aquellos que buscan una mascota afectuosa.
5. Persa (≈800-1500 euros)
El persa, reconocido por su pelaje esponjoso, rostro plano y ojos expresivos, tiene una historia que se remonta a cientos de años antes de Cristo. Su origen se remonta a Persia (actual Irán), aunque no tiene una conexión directa con la antigua Persia del siglo XIX.
Los persas son conocidos por adaptarse bien a ambientes hogareños y por ser afectuosos con sus dueños.