La menopausia, la etapa en el que se interrumpe la ovulación y las mujeres dejan de menstruar (suele ocurrir a partir de 50 años), puede tener numerosos efectos secundarios.

[Menopausia precoz: cómo detectarla y tratarla en palabras de expertos]

"Con la llegada de la menopausia, se produce un fuerte cambio hormonal entre los estrógenos (hormona femenina) y los andrógenos (hormona masculina). En este momento, se origina un descenso progresivo de los estrógenos mientras que la testosterona se mantiene estable", explica la doctora Basilisa Martínez, directora médica de Insparya en Valencia.

¿Es posible reducir el impacto de estos síntomas? Un estudio publicado en la revista Post Reproductive Health expuso que un baño de hielo podría resultar beneficioso para las personas que padecen los síntomas de menopausia. 

Se basó en el análisis del cuerpo de 1.114 mujeres, 785 de las cuales posmenopáusicas. Se pidió a los participantes que completaran un cuestionario en línea sobre sus hábitos de natación en agua fría y la frecuencia de sus síntomas menstruales.

La mayoría de participantes confirmaron que bañarse frecuentemente en agua fría reducía sus síntomas menstruales, incluso los psicológicos. Las mujeres posmenopáusicas también informaron de una mejora significativa en la ansiedad (46,9%), los cambios de humor (34,5%), el mal humor (31,1%) y los sofocos de calor (30,3%).

La mayoría de las voluntarias (63,3%) afirmaron que nadaban específicamente para aliviar los síntomas de la menopausia y el estudio también subrayó que los efectos eran más notables en los participantes que nadaban durante más tiempo.

Los síntomas de la menopausia

"Los niveles de estrógeno tienen un efecto protector en el sistema cardiovascular, ya que ayudan a mantener bajos los niveles de colesterol LDL ("colesterol malo") y aumentan los niveles de colesterol HDL ("colesterol bueno"). Con la disminución de los niveles de estrógeno, algunas mujeres pueden experimentar un aumento en los niveles de colesterol LDL y una disminución en los niveles de colesterol HDL, lo que aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular", según los expertos de The Menopause Feel.

Por otra parte, "con la disminución de los niveles de estrógeno, los vasos sanguíneos pueden volverse menos flexibles, lo que aumenta la presión arterial y el riesgo de hipertensión", añaden. "Algunas mujeres pueden experimentar un aumento en la grasa abdominal durante la menopausia. La grasa abdominal está relacionada con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y resistencia a la insulina".

La bajada de estrógenos puede provocar también desde sequedad bucal hasta el síndrome de la boca ardiente. La doctora Patricia Palma Maldonado, directora y fundadora de P&P Clinic, comenta sobre este último punto: "el síndrome de la boca ardiente o urente está caracterizado por dolor y una sensación de ardor en la cavidad bucal. Afecta con mayor frecuencia a la lengua, pero también a zonas como los labios, encías o el paladar".

Además, "la disminución del nivel de estrógenos provoca que el ciclo del cabello cambie, se acorte y éste haga que se caiga el pelo con una mayor facilidad”, explica la doctora Basilisa.