En los últimos años, las redes sociales han sido testigo de un creciente interés en torno a los ácaros Demodex, sus efectos en la piel humana y su posible relación con diversas condiciones cutáneas. Para arrojar luz sobre este tema, equipos internacionales de científicos se han ido embarcando en investigaciones exhaustivas, analizando la presencia de Demodex en diferentes individuos y su impacto en la salud de la piel.
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Estudios anteriores han sugerido que la mayoría de las personas albergan estos ácaros de manera inofensiva, pero los científicos querían profundizar en la variabilidad de estas poblaciones microscópicas.
El primer estudio completo del ADN del ácaro Demodex follicurum, lo completó un equipo del CIBERESP en una fundación valenciana. Aseguran que "es el único animal que vive en simbiosis con el cuerpo humano". También lograron especificar que miden unos 0,2 mm de largo estos ácaros y que se encuentran en los folículos pilosos de la cara, los pezones y las pestañas. Así como que se alimentan del sebo que liberan de forma natural las células de los poros.
Andrés Moya, investigador del Área Genómica y Salud del Fisabio, aseguró que el estudio no solo concluía con que se daban en las bacterias simbiontes sino que por primera vez, se ampliaban a las eucariotas animales.
Otro estudio identificó la presencia de ambas especies de Demodex en los pacientes analizados, con un 53% de positividad en la muestra total de 72 individuos. La prevalencia de Demodex en la población que estudiaron coincidía con valores previamente reportados por otros investigadores. Además, se observó una asociación significativa entre la presencia de ácaros Demodex y la edad de los pacientes, siendo el grupo de mayores de 60 años el más sintomático y con una mayor carga parasitaria.
La investigación también se centró en la posible relación entre los ácaros Demodex y afecciones específicas de la piel, como la rosácea. La rosácea, una enfermedad cutánea crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, ha sido objeto de numerosas teorías sobre su origen. Algunos estudios previos habían sugerido una conexión entre la presencia de ácaros Demodex y los síntomas de la rosácea.
Tipología del Demodex
El Demodex Folliculorum prefiere residir en los poros y folículos pilosos, mientras que el Demodex Brevis encuentra su hábitat ideal en las glándulas sebáceas más grasas. Esta preferencia se explica por la abundancia de poros grandes y glándulas sebáceas en comparación con otras partes del cuerpo.
La presencia de estos ácaros en la piel humana no es un descubrimiento reciente. Desde 1842, cuando se encontraron Demodex folliculorum en cerumen humano en Francia, los científicos han estado conscientes de su existencia. Un estudio realizado por Megan Thoemmes y su equipo en 2014, revelaron que alrededor del 14% de las personas tienen ácaros visibles, pero todos llevamos su ADN en la piel.
Este hecho sugiere que, independientemente de su visibilidad, todos albergamos ácaros Demodex, posiblemente en cantidades significativas. Thoemmes comenta: "Es difícil especular, pero una población baja podría ser de cientos, mientras que una alta, de miles". En otras palabras, es posible que tengas hasta dos ácaros por pestaña.
La especulación sobre su dieta incluye la creencia de que se alimentan de bacterias en la piel, células muertas o incluso grasa de las glándulas sebáceas. Para desentrañar este misterio, científicos como Thoemmes estudian los microorganismos que residen en los ácaros, buscando comprender mejor sus hábitos alimenticios.
En cuanto a su reproducción, los Demodex son menos extremos que otros ácaros. Aunque no se sabe mucho sobre sus características reproductivas, Thoemmes señala que "nunca han sido conocidos por comerse entre sí" y parece que salen de noche para aparearse antes de regresar a sus poros. Colocan sus huevos alrededor del poro donde residen, y sus huevos, sorprendentemente grandes en comparación con su tamaño corporal, son depositados uno a la vez.
Aunque estos ácaros parecen llevar una vida discreta en la piel humana, su estudio arroja luz sobre los complejos ecosistemas microscópicos que coexisten con nosotros. La investigación continua en este campo podría revelar más secretos sobre la relación entre los ácaros Demodex y nuestra piel, proporcionando conocimientos valiosos para la dermatología y la salud cutánea en general.