Falta poco más de una semana para el pistoletazo de salida a la temporada de verano y son muchos los españoles que ya ultiman los detalles de sus vacaciones. Una gran parte de la sociedad aprovechará las altas temperaturas para realizar una escapada a la playa. Otros, por el contrario, optarán por huir del calor y disfrutar de las zonas de interior que ofrece nuestro país. Pero lo cierto es que habrá otros muchos que disfruten del verano acudiendo a eventos multitudinarios como los festivales de música.
En los últimos años, el auge de los festivales en nuestro país ha ido en aumento y cada vez son más los españoles que optan por este tipo de ocio de cara al verano. Disfrutar de una semana rodeado de amigos y escuchando a los artistas del momento se ha convertido en la opción favorita de una gran parte de la sociedad. Sin embargo, en ocasiones, las personas que asisten a este tipo de eventos se enfrentan a las prohibiciones que establecen los propios promotores de los festivales.
En muchos casos, estos festivales obligan a pagar por salir y volver a entrar en el recinto o incluso no permiten a los usuarios acceder a los conciertos con comida y bebida de fuera. Ante esta situación, la OCU ha alertado a los consumidores sobre cuáles son sus derechos si acuden a este tipo de eventos y ha resuelto la duda sobre si son legales algunas de las prácticas que se han vuelto tan habituales entre los promotores de los festivales.
Tal y como ha explicado la OCU, en los últimos años, la organización ha identificado una serie de abusos por parte de los organizadores de conciertos y festivales que afectan directamente a los usuarios. Uno de estos abusos está directamente con el método de pago con las pulseras de los festivales.
El cashless se ha vuelto en el método habitual de pago en los festivales. Los propios organizadores, en vez de permitir a los usuarios pagar en efectivo o con tarjeta, obligan a abonar el dinero a través de una pulsera NFC en la que, previamente, los asistentes han tenido que ingresar dinero. Pero, ¿es legal este método?
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Tal y como ha informado la OCU a través del artículo publicado recientemente, las pulseras no pueden ser el único medio de pago admitido en el recinto. "Esta es una práctica contraria a la normativa de consumo, que obliga a aceptar siempre el efectivo como medio de pago", aseguran desde el organismo.
Y es que, aunque los festivales obliguen a los usuarios a pagar con este método de cashless, lo cierto es que la Ley General para la defensa de los Consumidores y Usuarios obliga a los empresarios a aceptar pagos en efectivo siempre y cuando la cantidad no supere los 1.000 euros.
Además, otro de los problemas que surgen en los festivales con este método de pago cashless es que, en muchas ocasiones, los usuarios que quieren recuperar el dinero que no han gastado se encuentran con el problema de que tienen que retirar un mínimo de dinero o que se les cobra unos gastos de gestión por la operación.
Desde la OCU han recordado a los consumidores que hay que vigilar las condiciones abusivas en la carga y reembolso de las cantidades incluidas en la pulsera o app monedero, ya que en muchos casos incumplen la normativa de consumo.
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A través del artículo publicado, la OCU ha exigido, además, soluciones para otros problemas que se encuentran los asistentes a los festivales. Ante las cancelaciones y cambios, la organización pide que se obligue a los organizadores a avisar con antelación.
"No basta con que devuelvan en precio de la entrada, sino también deben reintegrar los gastos de gestión y compensar a los usuarios por los daños y perjuicios que se les pueda causar", aseguran desde la OCU.
Además, desde la organización también han hecho alusión a la prohibición de acceder al recinto con comida y bebida de fuera. "Se suele prohibir introducir comidas y bebidas, pero habría que ser más flexible y permitir a los asistentes la salida y entrada temporal del espectáculo para poder consumirlas", explican desde la OCU. Del mismo modo, exigen garantizar que haya agua potable gratuita.
Otro de los problemas que ha abordado la OCU es el relativo a los aforos máximos de estos eventos. "Debe respetarse obligatoriamente el aforo máximo permitido, pero las denuncias de asistentes por el exceso de aforo y las consiguientes aglomeraciones son comunes", aseguran.