Adiós a las pastillas del lavavajillas: el sencillo truco del vaso que deja tus platos y cubiertos impecables
- Antes de recurrir a pastillas industriales, prueba este truco que deja tus platos y cubiertos impecables mientras desengrasa y desodoriza el aparato.
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El lavavajillas es uno de los electrodomésticos más utilizados en los hogares, el cual ha ido ganando cada vez más popularidad al ser un gran aliado para poder ahorrar la que para muchos es una de las tareas domésticas más laboriosas y tediosas como es la de fregar los platos, especialmente después de una dura jornada de trabajo.
En estos es suficiente con pulsar un botón para poder conseguir una vajilla totalmente limpia, si bien en ocasiones no se consiguen los resultados esperados. En el lavavajillas se acumulan restos de comida y grasa que, con el paso del tiempo y el uso, pueden provocar la aparición de malos olores y reducir la eficacia del aparato, por lo que es importante limpiar a fondo el electrodoméstico con regularidad, lo que también mejora su eficacia.
Antes de recurrir al uso de productos industriales como las pastillas, debes poner en práctica el truco del vaso en el lavavajillas, con el que conseguir unos cubiertos y platos relucientes.
Este comienza espolvoreando bicarbonato de sodio por toda la superficie del lavavajillas, asegurándote de color un poco en el fondo, en las rejillas y en el propio cubertero del aparato. Con media taza de bicarbonato debería ser suficiente para cubrir toda la superficie, pero si es necesario se pueden añadir más.
A continuación, tras rociar el lavavajillas con este ingrediente, será el momento de llenar un vaso de vinagre blanco hasta el borde, para situarlo en el centro de la rejilla superior del lavavajillas. Hecho esto, es el momento de iniciar un ciclo de lavado y esperar a que ambos ingredientes ayuden a desengrasar, desinfectar y desodorizar el fondo del electrodoméstico.
Una vez que termine el ciclo de lavado, solo quedará el vaso lleno de agua, consiguiendo que el lavavajillas esté reluciente, al deshacerse de la grasa y de la cal, además de desprender un olor agradable. Se recomienda usar este método del bajo en el lavavajillas al menos una vez al mes para que se mantenga limpio y funcione de manera eficiente.
¿Cómo quitar las rayas de los vasos?
Un problema muy habitual a la hora de usar el lavavajillas es encontrarse con manchas y halos en vasos y platos, lo cual se produce por la cal de agua que se deposita en la vajilla y, cuando se seca, hace que aparezcan esas manchas blancas.
Una manera para poder evitarlo es introducir un paño de microfibra seco en el lavavajillas al final del lavado y dejarlo en su interior durante unos 15-20 minutos. De esta forma, este se encargará de absorber la humedad restante, consiguiendo que las gotas vayan al baño y no acaben por depositarse en los vasos. Otra alternativa pasa por usar ácido cítrico en escamas en lugar de usar vinagre o abrillantador, pues se trata de un excelente producto antical.
Consejos para optimizar el funcionamiento del lavavajillas
En la actualidad muchas familias utilizan el lavavajillas para limpiar todo aquello que ensucian cuando cada uno de ellos come, cena o desayuno. Por este motivo, se debe tratar de conseguir que funcione de una manera óptima, para lo cual hay que tener en cuenta una serie de consideraciones y consejos clave:
- Elige un detergente adecuado: en la mayoría de las ocasiones se recomienda el uso de un detergente líquido o en polvo para lavavajillas, evitando los combinados de acción 3 en 1 que, aunque en ocasiones pueden funcionar bien, pueden provocar que estos electrodomésticos acaben por llenarse de espuma e incluso gotear. Por lo tanto, es preferible hacer una buena elección del detergente para conseguir el mejor resultado.
- Cantidad de detergente: el nivel de suciedad de los platos y la dureza del agua son los que determinan la cantidad de detergente a utilizar. No es necesario que se use la cantidad exacta, pero sí saber que, si te excedes, con el tiempo la vajilla sufrirá y, si se usa demasiado poco, los platos es probable que no se laven bien.
- Temperatura de agua: la temperatura del agua afecta de forma directa al rendimiento del lavavajillas. El agua debe tener al menos 130 grados, pero no superar los 150 grados. Aunque el fabricante es probable que hable de 120 grados, pero los expertos confirman que es preferible utilizarlo a 130 grados o más.
- Uso de abrillantador: se aconseja usar un abrillantador para conseguir un rendimiento óptimo del lavavajillas, dado que, si no se utilizan, los platos se quedarán con manchas y el ciclo de secado no es tan eficaz. La mayoría de los lavavajillas actuales poseen dispensadores para el abrillantador, que se puede llenar antes de cada uso.
- Raspar y enjuagar: es necesario raspar y enjuagar los platos para poder garantizar el mejor rendimiento del lavavajillas, lo que no significa que haya que lavar los platos antes de cargarlo. Sin embargo, es muy importante que no queden trozos grandes de comida al introducirlos en este aparato.
Teniendo en cuenta todas estas recomendaciones, se podrá conseguir que el lavavajillas ofrezca su máximo rendimiento, logrando así que los platos, vasos y resto de elementos de la vajilla y los utensilios puedan salir completamente limpios y relucientes.
Asimismo, recuerda hacer un buen mantenimiento y uso del aparato, que es imprescindible para que el lavavajillas funcione adecuadamente y pueda alargar su vida útil, además de conseguir un mayor ahorro en el gasto de agua y energía.