No podemos ignorar las manchas de humedad en las paredes de nuestra casa. A primera vista, pueden parecer solo un problema estético que afecta negativamente el aspecto de una habitación. Sin embargo, es crucial no subestimar su gravedad, ya que con el tiempo, estas manchas pueden dar lugar a la formación de moho, lo que resulta altamente perjudicial para nuestra salud. Es imprescindible abordar este inconveniente de manera adecuada para garantizar un ambiente seguro y agradable en nuestro hogar.
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No hay que dejar que este contratiempo se extienda, así que habrá que ponerse manos a la obra nada más detectarlo. A través de una serie de trucos caseros podrás deshacerte de las manchas más persistentes.
Encuentra dónde está el problema de la humedad
Las manchas no surgen sin razón. Siempre tienen una causa subyacente, por lo que nuestro principal objetivo debe ser identificar su origen. En la mayoría de los casos, estas manchas son provocadas por una fuga de agua imperceptible o un deterioro en el aislamiento de la vivienda. Es fundamental abordar estas causas para eliminar el problema de raíz y mantener nuestro hogar en óptimas condiciones.
En cualquier caso, lo aconsejable sería ponerse en manos de expertos para que encuentren el origen y puedan tratarlo de la forma más conveniente. Una vez solucionado será el momento de acabar con la mancha que se ha apoderado de la pared.
Una vez que hayas puesto el punto y final al problema de humedad dejará de acumularse en la pared. Antes de empezar a realizar el tratamiento habrá que dejar que la mancha se seque por completo y eso puede llevarnos un tiempo. Es preciso que ventiles lo máximo que puedas la estancia afectada, ya que eso contribuirá al secado y evitaremos que en la mancha de humedad puedan surgir rastros de moho.
Protección para tratar la humedad
A simple vista no vemos nada preocupante en las manchas de humedad que pueda dañar nuestra salud. Pero en ellas se suelen acumular esporas que resultan perjudiciales para el sistema respiratorio. Aunque no se aprecie moho, en la humedad hay presentes partículas nocivas que nos obligarán a tomar precauciones.
Si tienes previsto tratar este tipo de manchas, es necesario que te equipes con el material adecuado, como suelen ser mascarilla y gafas protectoras. No te olvides de mantener siempre abierta la ventana para garantizar la correcta ventilación.
Un truco para eliminar las manchas de humedad
Cuando el problema de las manchas se produzca sobre una pared blanca tendrás la posibilidad de quitarlas gracias a la ayuda de lejía. Para ello será preciso realizar una mezcla en un cubo, con una parte de lejía por tres de agua. A continuación, mojamos en ella una esponja, la escurrimos y la pasamos sobre la mancha.
Hay que realizar esta operación con cuidado para no sufrir salpicaduras. No es preciso empapar la pared, con aplicar un poco de la mezcla sobre la superficie afectada será suficiente. Lo dejaremos que se seque antes de seguir.
Cuando se trate de una mancha reciente, que tenga poco tiempo, lo más común es que con una única aplicación de agua y lejía sea suficiente para eliminarla. Pero si ya es antigua y acumula moho, es normal que nos cueste mucho más acabar con ella. En ese caso, si después de la primera aplicación no la eliminamos, dejaremos que la estancia ventile bien un tiempo y volveremos a utilizar la mezcla.
En el caso de que no convenza la opción de usar la lejía sobre la pared, tenemos otro truco casero contra las manchas de humedad. Es una buena opción el uso de amoníaco, pero con ambos artículos es probable que el color sufra modificaciones. Si pretendes reducir este efecto, siempre tendrás la posibilidad de recurrir al vinagre.
Bastará con mezclar el vinagre blanco o de limpieza con agua. Con un pulverizador aplicamos la combinación sobre la parte a tratar y dejaremos que actúe durante treinta minutos. Luego lo retiraremos con una bayeta húmeda. Se trata de un método muy interesante cuando nos encontremos con manchas que sean recientes o que no son excesivamente pronunciadas.
Si no somos partidarios de utilizar productos líquidos, siempre nos quedará sobre la mesa la opción del borrador mágico. Se trata de una esponja blanca que se compone de espuma de melanina que tiene la capacidad de acabar con los restos que se puedan acumular en la pared por medio del sistema de abrasión.
Respecto a su funcionamiento, tan solo habrá que humedecer la esponja en agua y escurrirla. A continuación, será el momento de frotar con suavidad sobre la superficie dañada. Si es preciso, aclara el borrador y vuelve a frotar. Nos encontramos con un producto bastante eficaz a la hora de eliminar restos de la pared.
Cuando las manchas hayan desaparecido y la pared esté seca, lo que debemos es finalizar el proceso con el pintado de la habitación. Si quieres evitar posibles problemas en el futuro, no dudes en aplicar una capa de pintura antimoho.
Manchas en los azulejos
Por lo general, las manchas de humedad suelen tener más presencia en las paredes, pero tampoco puede descartarse su aparición en los azulejos. Para combatir este contratiempo se pueden emplear los métodos anteriores, ya sea con lejía o vinagre. Posiblemente nos resulte más sencillo acabar con ellas, pero al tratar las juntas nos costará un poco más.
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Si presentan un aspecto negro a causa de la humedad, lo conveniente sería recurrir a alguna de las mezclas citadas anteriormente y ayudarnos de un cepillo de dientes para frotar correctamente una superficie tan reducida.