El lavavajillas es uno de los electrodomésticos más útiles del hogar, ya que es de gran ayuda para poder ahorrar una gran cantidad de tiempo a la hora de fregar los platos, cubiertos, vasos y otros utensilios de cocina. De hecho, es muy práctico en el caso de que haya una gran cantidad de objetos para limpiar, como sucede en cenas o comidas familiares.
Se trata de uno de los electrodomésticos más utilizados en el mundo, y para poder conseguir que los platos y vasos queden lo más limpios posibles, es necesario también llevar a cabo una limpieza regular del mismo. Para ello se recomienda seguir siempre las instrucciones del fabricante, aplicando detergente y abrillantador al lavavajillas, con el fin de obtener la mejor limpieza posible, aunque en ocasiones no es suficiente.
Es importante tener en cuenta que un mal uso del aparato o un cuidado no apropiado puede tener sus consecuencias sobre la vajilla, sobre todo por aquellos cubiertos más susceptibles a resultar dañados durante el proceso de limpieza. Sin embargo, tenemos un buen aliado en estos casos: el papel de aluminio.
¿Para qué sirve poner papel aluminio en el lavavajillas?
El papel de aluminio es un material resistente al calor y la humedad que se puede usar como solución para proteger algunos objetos o facilitar la limpieza. El funcionamiento del truco es sencillo, ya que basta con coger el papel de aluminio, hacer una bola e introducirla en una de las canastillas de los cubiertos, contribuyendo a que salgan sin rayones y relucientes.
[13 usos del papel de aluminio que desconoces]
La razón por la cual el papel de aluminio consigue potenciar el rendimiento del lavavajillas se encuentra en los compuestos químicos de las pastillas de detergente que hacen una reacción al entrar la bola de papel de aluminio en contacto con el agua y el calor. De esta manera, da origen a una oxidación en la canastilla, que provoca que los cubiertos luzcan como nuevos tras ser lavados en el electrodoméstico.
Aunque este truco no vale siempre, hay algunas situaciones en las que puede ser especialmente útil:
- Proteger utensilios delicados: si se poseen utensilios de cocina delicados, como pueden ser aquellos fabricados en plata o cuchillos afilados, es posible envolverlos en papel de aluminio antes de colocarlos en el lavavajillas. Esto hará que se puedan proteger de posibles arañazos o daños durante el propio ciclo de lavado.
- Eliminación de restos de alimentos pegados: también es útil utilizarlo cuando se tienen cazuelas o platos con alimentos muy pegajosos o quemados. En este caso se puede colocar un trozo de papel de aluminio en el fondo del lavavajillas, de forma que actuará en forma de barrera entre la superficie del electrodoméstico y los restos de comida, contribuyendo a evitar que se adhieran y que se pueda limpiar el lavavajillas de una forma más sencilla.
- Ahorro de energía: al utilizar papel de aluminio en el lavavajillas, es posible ayudar a que se acelere el proceso de secado de platos y utensilios. El motivo es que el aluminio es un conductor de calor eficiente, por lo que el papel contribuye a dispersar el calor de una manera uniforme, haciendo que los objetos que se encuentren en su interior se sequen con una mayor rapidez. Al acortarse el ciclo de secado, se conseguirá un ahorro de energía.
Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas precauciones del uso del papel de aluminio en el lavavajillas, entre las cuales hay que destacar especialmente las siguientes:
- No cubrir las rejillas o bloques de agua: es importante no colocar el papel de aluminio sobre las rejillas inferiores del lavavajillas o bloquear los orificios de agua, ya que puede afectar al rendimiento del lavado, así como a la distribución apropiada del agua en el interior del electrodoméstico.
- No uses mucho papel de aluminio: no es recomendable que cubras por completo los utensilios, los platos o los recipientes con este papel de aluminio, ya que esto podría llegar a provocar que el flujo de agua y detergente se obstruya, provocando que la eficacia del lavado sea menor.
Cómo funciona el truco del papel de aluminio
El papel de aluminio se queda en la cesta de los cubiertos, por lo que de esta forma no estará restregándose por los cubiertos para limpiarlos. Por lo tanto, la explicación tiene que ver con la forma en la que la bola de aluminio llega a interactuar con los químicos que están presentes en las propias tabletas del detergente de lavavajillas que se utiliza para llegar a limpiar la vajilla.
[Brillante o mate: qué cara del papel de aluminio va hacia fuera y cuál hacia dentro]
La reacción que se produce viene a ser como un proceso de oxidación, que tiene muchas similitudes con el truco que es empleado para pulir la plata. En este caso, sin embargo, se recurre al uso del papel de aluminio para forrar el recipiente y la plata deslustrada se empapa en agua y detergente en polvo. Los químicos existentes en el detergente, de esta forma, interactúan con el metal en la lámina, un proceso conocido como intercambio de iones, que se encarga de la oxidación del deslustre y dejar que los cubiertos estén como nuevos.
De esta manera, el papel de aluminio puede llegar a ser un aliado perfecto para sacar un mayor rendimiento a las prestaciones del lavavajillas, un electrodoméstico que hoy en día, dado el ritmo de vida actual, es un imprescindible en la gran mayoría de hogares de nuestro país.