Cuando se produce una baja laboral por parte de un empleado, esta puede llegar a suponer un duro revés para la empresa, sobre todo en términos de productividad. En función del margen de maniobra de cada una, puede llegar a ocasionar grandes pérdidas, por lo que es cada vez más frecuente que los empresarios recurran a los servicios de un detective para investigar aquellas bajas sobre las que tienen dudas de su veracidad.

Este hecho acostumbra a generar dudas entre los propios trabajadores, que se preguntan acerca de la legalidad de que la empresa pueda controlar a un profesional para que controle su baja laboral por incapacidad.

En este sentido, conviene recalcar que en el artículo 20 del Estatuto de los Trabajadores se encuentra recogido que el empresario tiene permiso para recurrir a los servicios de un detective privado para la investigación de posibles actividades incompatibles con la baja durante el horario laboral establecido, pudiendo buscar así pruebas adicionales si es necesario y poder examinar el estado de la enfermedad del trabajador, colaborando de esta manera para una pronta curación y/o recuperación.

Una práctica cada vez más habitual

Llevar a cabo estas labores de investigación, vigilancia y seguimiento a cargo de detectives privados son cada vez más habituales y se encuentran respaldadas por parte de la Ley 5/2014, de 4 de abril de Seguridad Privada. Se necesita, en todo caso, que haya un interés legítimo por parte de la empresa para la obtención de pruebas que puedan llegar a permitir demostrar la existencia de posibles fraudes por parte de los trabajadores.

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La actividad profesional de los detectives privados está regida por las propias disposiciones determinadas por la Ley de Seguridad Privada, en la que se contempla su trabajo en terrenos laborales, mercantiles, financieros, económicos y, de forma general, en todo aquello que abarca la vida social, personal y familiar, a excepción de aquella que tenga lugar en domicilios o espacios reservados.

Asimismo, más allá de la labor en este sentido de algunas empresas para controlar un fraude en una baja laboral por incapacidad, es habitual que las mutuas lleven a cabo seguimientos para verificar las condiciones médicas del trabajador, pudiendo llegar a solicitar su presencia en sus instalaciones para poder evaluar las dolencias y determinar así si se está comiendo algún tipo de fraude o no.

¿Qué sucede si se trata de una baja fraudulenta?

El hecho de simular una enfermedad o accidente laboral puede llegar a acarrear graves sanciones para el empleado. Si llega a comprobarse la existencia de un fraude tras una investigación, la empresa estará en su derecho de denunciar la situación ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).

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Ante esta situación, las consecuencias para el trabajador pueden incluir diferentes tipos de sanciones, que pueden suponer la suspensión de empleo y sueldo hasta dos meses e incluso un despido procedente sin indemnización, aunque para ello tendrá que estar apoyada en pruebas que confirmen el fraude.

Cómo actuar ante una posible falsa baja laboral

La falsa baja laboral es un gran quebradero de cabeza para muchas empresas en la actualidad, por lo que conocer la manera en la que hay que proceder para detectar una baja fingida por un empleado es una gran ventaja para que la compañía no llegue a perder dinero con su asalariado.

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Cuando se produce una baja laboral, la empresa es la entidad que se encarga de pagar el salario del trabajador durante el tiempo que dure su incapacidad, por lo que es importante conocer la veracidad de estas y comprobar si se está fingiendo para cobrar sin trabajar. Para poder averiguarlo será necesario recurrir a detectives privados que puedan acreditar si se está ante una actividad fraudulenta o no.

Es necesario tener en cuenta que el primer paso debe ser dado por la empresa, por lo que sus responsables tendrán que permanecer muy atentos a cualquier tipo de indicio que pueda apuntar a que se está cometiendo un fraude. Ante la más mínima sospecha, es preferible acudir a profesionales que puedan estudiar la situación. Existen distintos indicios que pueden llevar a sospechar de una baja fingida de un trabajador, y hoy en día las redes sociales pueden dar mucha información al respecto, ya que a través de ellas se pueden descubrir actividades que realiza esa persona de baja y que serían incompatibles con el motivo que ha causado su baja.

En este tipo de casos, para que los detectives privados puedan comenzar con su labor, será oportuno facilitar informes sobre la incapacidad que ha causado la baja, de manera que se pueda investigar si el empleado tenía razones para llegar a esta situación, como malestar con la empresa o con el sueldo, si trabaja en dos empresas al mismo tiempo, si las razones son compromisos familiares, etcétera.

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A partir de ese momento, el detective privado se encargará de llevar a cabo un seguimiento del investigado, el cual se desarrollará de manera discreta y confidencial. De esta manera, se podrá conocer si el trabajador que se encuentra de baja laboral lleva a cabo sus actividades diarias con normalidad o si, por el contrario, está realizando actividades que serían incompatibles con su supuesta baja.

Tras un tiempo de investigación, una vez demostrada la veracidad de los hechos, el detective se encargará de llevar a cabo un informe detallado, aportando todas las pruebas recogidas para que así la empresa pueda tomar una decisión al respecto.