Hemos entrado en un nuevo año y damos por finalizadas las fiestas navideñas. Ahora surge el dilema de qué podemos hacer con la flor de pascua, que nos ha acompañado durante esta última la temporada.
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Para ayudarnos en la tarea, Stars for Europe (SfE), asociación que representa a los principales productores de poinsettias en 22 países europeos, ha compartido información con alternativas respetuosas con el medioambiente.
Pierde el color rojo
Conforme avanza el invierno, la flor de pascua puede perder ese vibrante color rojo que enamora y llena los hogares de magia, y es que la propia planta anuncia el inicio y el fin de la Navidad. Aunque también es cierto que, con los cuidados adecuados, estas plantas pueden conservar sus coloridas brácteas hasta bien entrado el año.
Convertir la flor de pascua en un biorresiduo
Entre las opciones que nos proponen, podemos considerar seguir cuidando de la planta y tratar de que nos dure el máximo tiempo posible durante este invierno, o bien no hacerlo.
En este sentido, los expertos en jardinería nos indican que dado que la poinsettia es biodegradable por naturaleza, brinda una oportunidad valiosa para adoptar prácticas sostenibles al finalizar la temporada festiva.
Al descartarla de manera consciente en el contenedor orgánico, identificable por su color marrón en España, se propicia su descomposición natural.
Este gesto no solo marca el final de su ciclo en casa, sino que también da origen a una segunda vida para la planta.
Al depositar los restos en este contenedor, se inicia la creación de compost, un biorresiduo de gran utilidad. Este compost puede ser aprovechado como fertilizante beneficioso para jardines, macizos de flores, parcelas e incluso como fuente de energía.
Este enfoque no solo refleja una disposición eco friendly de la flor de Pascua, sino que también se alinea con la economía circular, generando nuevos usos y beneficios a partir de estas plantas que nos ha alegrado durante las semanas de Navidad.
Volver a florecer
Lograr que vuelva a florecer esta planta no es una tarea fácil. No obstante, cabe recordar los cuidados necesarios de la flor de Pascua, originaria de México, como su ubicación, que debe ser un lugar luminoso y cálido.
Se sugiere mantener la temperatura entre 15 y 22 °C para garantizar su desarrollo adecuado. La presencia de corrientes de aire frío debe evitarse en todo momento, y en caso de ventilar la habitación, se recomienda trasladar temporalmente la planta a otro lugar.
Respecto al riego, se aconseja evitar que la poinsettia se moje completamente, asegurándose al mismo tiempo de que no experimente una sequedad extrema. La determinación del momento adecuado para regar puede realizarse comprobando la humedad de la tierra.
Asimismo, la frecuencia de riego dependerá de variables como la ubicación, la temperatura ambiente y el tamaño de la planta. Puede ser necesario realizar el riego diariamente o cada dos o tres días, utilizando agua a temperatura ambiente.
Es cierto que los expertos de SfE sugieren aplicar pequeñas cantidades de agua, ya sea mediante una regadera desde arriba vertiendo agua en la bandeja de la planta o mediante la técnica de inmersión.
Con este último método, suele ser suficiente regar una vez a la semana. Al aplicar cualquiera de estos métodos, se debe asegurar que el agua no permanezca en la bandeja o jardinera durante períodos prolongados, vertiendo cualquier exceso no más de 15 minutos después del riego.