¿Quién no ha dejado alguna vez para luego esa tarea que era mucho más recomendable haber dejado hecha en el momento? Dejar para mañana o pasado eso que podrías haber hecho hoy es algo bastante común entre la mayoría de los mortales. Si hay algo claro, eso es que podemos llegar a ser auténticos expertos en todo tipo de estrategias de procrastinación, pero ¿existe alguna forma o truco para evitarla?
Un tipo de conducta, también común entre la sociedad española, y que sobre todo tendemos a llevar al terreno laboral. Precisamente si lo que quieres es dejar atrás esa tendencia a aplazar y posponer tareas, aquí te damos las estrategias y trucos que necesitas para dejar de procrastinar de una vez por todas.
10 consejos para dejar de procrastinar
Si la procrastinación forma parte de tu día a día y deseas evitarla, toma nota de estos diez consejos útiles para dejar de procrastinar.
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1. ¿Cuáles son tus distracciones?
Notificaciones del teléfono, redes sociales, una persona de tu trabajo, ganas de picar entre horas... Son muchos los tipos de distracciones que se nos pueden presentar a lo largo del día, pero puede que haya algunas que sean más habituales que otras en tu caso.
Es importante que sepas reconocer aquellas que se producen de manera más frecuente y que poco a poco seas capaz de ir dejándolas a un lado durante esos horarios de trabajo o en esas horas que necesitas ser más productivo.
2. Comienza por lo más complicado
Uno de los trucos que habitualmente funciona para ser más productivos, es el de empezar por esa tarea pendiente que para ti es la más complicada o la que te llevará más tiempo realizar.
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De esta manera, tendrás la sensación de haber solucionado gran parte de esas tareas pendientes o más complicadas de golpe y el resto de tareas te parecerán mucho más sencillas de realizar.
3. No trates de hacerlo todo de golpe
Sabemos que la tentación de hacer todas las tareas de golpe puede ser muy atractiva, pero la realidad es que la mejor solución siempre será dividir esas tareas en tareas más pequeñas.
Otra opción es que te pongas pequeñas metas y objetivos, en función de la hora límite de entrega que tengas con cada tarea. De esta manera podrás ir reduciendo todas ellas de forma progresiva y sin agobios.
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4. Organizarse es la clave
Si eres de las personas que todavía se levantan sin una organización del día y sin rutinas ni horarios, es momento de que empieces a trabajar en todo ello. Y es que, empezar el día con las tareas identificadas y un horario que puedas respetar, es clave para organizarte mejor y que la procrastinación no vuelva a ser un problema.
5. La regla de los dos minutos
Aunque a menudo identifiques la procrastinación con grandes tareas, la realidad es que también puede presentarse con tareas más pequeñas y que no precisan de tanto tiempo para realizarlas.
Pero retrasar estas pequeñas tareas puede hacer que se acaben acumulando, suponiendo finalmente un gasto innecesario de energía y de tiempo ya que te verás obligado a afrontarlas todas de una.
Para evitarlo, lo mejor es que apliques la regla de los dos minutos y que reserves un bloque de tiempo para liberar la lista de todas esas tareas que solo te vayan a llevar dos minutos o menos. Después ya podrás pasar a las más grandes.
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6. Prepárate antes de pasar a la acción
Quizás lo que necesites sea prepararte antes de pasar a la acción y a realizar tus tareas. Puedes optar por hacer tu propio 'ritual' antes de empezar a trabajar. De esta manera, podrás preparar tu mente y darte tiempo para concentrarte, dejando a un lado cualquier distracción.
Puedes intentar por ejemplo hacer unos estiramientos antes, hidratarte, limpiar tu área de trabajo... Decántate por actividades o rituales simples, que te ayuden a empezar a trabajar y a concentrarte.
7. ¿Tienes tu espacio de trabajo delimitado?
Puede parecer una tontería, pero la realidad es que delimitar nuestro espacio de trabajo o de estudio es una de las partes fundamentales. Este espacio será el encargado de aumentar nuestra productividad y ayudarnos a dejar de procrastinar.
Intenta que tu espacio sea un lugar limpio, ordenado y organizado, que pueda facilitarte las tareas y también la concentración sin distracciones.
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8. El ocio será la recompensa
Sobre todo para aquellas personas que trabajan a distancia y en remoto, es fácil llegar a ser más permisivos con las tareas y los horarios anteponiendo el ocio y dejando a menudo el trabajo para más tarde. Para evitar que esto ocurra, lo mejor es que veas esa parte de ocio y de actividades que te gustan como la recompensa a tu jornada de trabajo.
De esta manera, podrás organizar eficazmente tu mente para realizar primero las tareas pendientes y después dejar el espacio y tiempo sobrante para tu día de ocio. De esta manera, antepondrás tus responsabilidades.
9. Trabaja tu concentración
A menudo la procrastinación viene provocada porque tenemos problemas para concentrarnos o porque no nos hemos enfocado adecuadamente en la tarea. Si experimentamos este tipo de dificultades de atención, lo mejor es que nos aseguremos de garantizar un descanso adecuado, que eliminemos el estrés, que hagamos deporte...
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Tenemos que ser capaces de analizar cuál está siendo la causa de esa desconcentración y si la respuesta es la falta de motivación, quizás sea el momento de buscar nuevas alternativas que te la devuelvan.
10. ¿Estás siendo demasiado perfeccionista?
A veces los expertos en procrastinar, en realidad son los más perfeccionistas. Esto se debe a que la presión de que los trabajos salgan perfectos puede hacer que esas tareas resulten abrumadoras y acaba conduciéndoles a procrastinar.
Si esto te ocurre, quizás sea el momento de empezar a ver todas esas tareas con más claridad y de elaborar un plan de acción para afrontar cada una de la manera más adecuada.