Cuando estamos conectados a una persona por la que sentimientos tan nobles como el respeto, la ternura o la administración, nos sentimos plenos e invencibles. Y es que las relaciones sentimentales pueden ser una fuente inmensa de felicidad, pero cuando llega el momento de una ruptura, muchas personas se enfrentan a la difícil tarea de superar la dependencia emocional a causa del apego que sentimos hacia el otro.
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Se trata de reacción natural en cualquier ser humano, aunque puede darse con distintos tipos de intensidad en función del grado de unión o la magnitud de los sentimientos. La dependencia emocionar se traduce en una necesidad imperiosa de estar en pareja para sentirse completo. Se trata de la emoción llevada al extremo que puede repercutir negativamente a la salud de una persona, y dificultar su autonomía.
Sin embargo, contar con el soporte de un entorno sano compuesto de familiares, amigos o compañeros de trabajo, así como el apoyo de un profesional de la psicología, pueden hacer más efectivo un proceso de ruptura. Así, podremos continuar con nuestra vida desligándonos poco a poco de aquel vínculo que, durante el tiempo que duró, nos hizo sentir una felicidad pasmosa. En este sentido, existen algunas claves que pueden ayudarte a superar esta separación, ya sea o no deseada.
El momento de la aceptación
El primer paso para superar la dependencia emocional es reflexionar sobre la relación pasada y aceptar la realidad de la ruptura. Es normal sentirse abrumado ante la cantidad de emociones que brotan en ese momento, desde tristeza hasta el enfado, la ira o la confusión. Tomarse el tiempo necesario para procesar estas emociones es esencial. La negación prolongada solo retrasará el proceso de recuperación.
Establecer límites saludables
Durante una relación de dependencia emocional, es común que las fronteras personales se desdibujen. Ahora es el momento de redescubrir y fortalecer esas líneas divisorias. Esto implica establecer límites claros con la expareja, como el contacto mínimo o ninguna comunicación en absoluto, al menos durante un tiempo. Estos límites son esenciales para poder sanar y ganar independencia emocional.
Busca el apoyo de tu entorno
Nadie debería tener que enfrentar una ruptura y la dependencia emocional en solitario. Buscar apoyo en amigos, familiares o incluso profesionales de la salud mental puede ser fundamental. Hablar sobre lo que estás sintiendo te ayudará a liberar emociones reprimidas y ganar perspectiva. Además, estas personas pueden ofrecer consejos y una red de seguridad emocional.
Cuidarse a sí mismo
Invertir tiempo y energía en el autocuidado es esencial para superar la dependencia emocional. Esto implica cuidar tu salud física, emocional y mental. Practicar actividades que te gusten, como el ejercicio, la meditación, la lectura o la música, puede ayudar a elevar tu estado de ánimo y a enfocarte en tu propio bienestar. Y, por qué no, plantearte iniciar otros nuevos para poder redescubrirte.
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El autoconocimiento
La dependencia emocional a menudo se origina en una falta de autoestima o autoconocimiento. Tomarse el tiempo para reflexionar sobre quién eres, tus metas y deseos personales, y trabajar en tu autoestima, te ayudará a recuperar la confianza en ti mismo y a evitar futuras relaciones de dependencia.
La posibilidad de establecer metas
Durante una relación de dependencia emocional, a menudo se ponen en pausa las metas personales y profesionales. Ahora es el momento de retomar esas metas y trabajar en ellas con determinación. El logro de metas puede aumentar la autoestima y proporcionar un sentido de dirección en la vida.
Superar la dependencia emocional después de una ruptura es un proceso desafiante, pero completamente alcanzable. Requiere tiempo, esfuerzo y paciencia, pero al seguir estas claves, estarás en el camino correcto para recuperar tu independencia emocional y volver a descubrir la felicidad contando contigo mismo. La clave final es recordar que mereces una relación sana y equilibrada en la que puedas ser tú mismo sin depender emocionalmente de tu pareja.