Se estima que aproximadamente un 70% de la población española vive actualmente en pareja. Un camino por encontrar a la persona adecuada en el que podemos dar con parejas sanas, pero en el que también nos exponemos a correr el riesgo de tener una relación tóxica. Un tipo de relación que no aparece avisando y que puede llegar a envolvernos prácticamente sin que nos demos cuenta de ello, pero la realidad es que detrás de ella hay una serie señales que debemos reconocer para poder salir de ellas o incluso para poder dar con el camino para transformarlas en una relación sana.
Este es el caso del conocido como síndrome del chico bueno, un tipo de comportamiento en uno de los miembros de la pareja que se caracteriza por el exceso de amabilidad y bondad, pero que detrás de ello puede esconder todo tipo de intereses tóxicos o que incluso puede conducir a la conflictividad en la pareja. Te contamos de qué se trata y cómo reconocerlo.
Qué es el síndrome del chico bueno
Puede que el síndrome del chico bueno o 'nice guy' sea un síndrome que relaciones simplemente con ser una buena persona, pero la realidad es que va mucho más allá. Y es que según un artículo del portal Choosing Therapy, el síndrome del chico bueno es el que identifica a aquellas personas que rara vez son capaces de decir que no, que constantemente están desarrollando una reputación de "buena gente", pero que a menudo hacen esto, no por su tipo de personalidad, sino porque buscan algo a cambio y asocian ese "portarse bien" con una forma de conseguir aquello que buscan.
[Síndrome del compañero de piso: ¿Cómo enfrentarlo y prevenirlo en la pareja?]
Un intento de manipulación, con el que la persona que lo padece intenta conseguir todo aquello que quiere, ya sea para conseguir ganar control, favores o acercarse a una persona de su interés. Normalmente las personas que lo padecen, se caracterizan por ser atentos, amables y serviciales con su pareja.
Algo que a primera vista puede parecer positivo pero que puede conducir a que estas personas sientan que por su comportanmiento la pareja les deben todo su interés, amor y sexo; en el caso de no conseguirlo, se sentirán estafados, ya que no recompensan su bondad como ellos creen merecerlo y es ahí cuando su actitud con la pareja cambia radicalmente, llegando incluso a ser conflictiva. Esto se debe precisamente a ese objetivo de siempre obtener de sus parejas algo a cambio.
Cómo reconocer si tu pareja padece el síndrome del chico bueno
El síndrome del chico bueno por lo tanto, es una dinámica de comportamiento en una relación de pareja en la que uno de los miembros tiende a complacer en exceso, evitar conflictos y poner las necesidades y deseos de la otra persona por encima de las suyas propias.
[¿Es normal sentir celos por la ex de tu pareja? Quizá estés sufriendo el 'síndrome de Rebecca']
Reconocer este síndrome puede ser importante y fundamental para abordar y equilibrar la relación de forma saludable. Por eso, a continuación te detallamos algunas señales que podrán indicar la presencia de este síndrome en tu pareja:
- Exceso de complacencia: La persona siempre trata de agradar a su pareja, incluso si eso significa sacrificar sus propios intereses, deseos o necesidades.
- Evitar conflictos: La persona evita expresar sus opiniones o desacuerdos para evitar cualquier tipo de conflicto o confrontación.
- Dificultad para establecer límites: Tiende a ceder fácilmente a las demandas de la pareja sin establecer límites claros y saludables.
- Baja autoestima: Puede tener una autoestima baja y buscar validación a través de la aceptación y aprobación de la pareja.
- Miedo a la desaprobación: Le preocupa que si no cumple con las expectativas de su pareja, esta podría desaprobarlo o abandonarlo.
- Sacrificio excesivo: Está dispuesto a hacer grandes sacrificios personales o profesionales para satisfacer las necesidades de su pareja.
- Falta de equilibrio en la relación: La relación puede estar desequilibrada, con una persona asumiendo el papel dominante y el otro, el rol de chico bueno sumiso.
- Falta de autonomía: Puede tener dificultades para tomar decisiones independientes y confiar en sus propias capacidades.
Es importante señalar que aunque algunas personas pueden llegar a tener tendencias más complacientes o empáticas por naturaleza, la gran diferencia del síndrome del chico bueno se vuelve problemático cuando conduce a un desequilibrio en la relación y causa malestar o insatisfacción en cualquiera de las partes.
Consecuencias en la pareja del síndrome del chico bueno
Las consecuencias del síndrome del chico bueno pueden ser muy diversas, pero sobre todo perjudiciales para la relación. La razón de que sea así es que aunque algunas personas pueden encontrar satisfacción en dar y cuidar de su pareja, cuando estas dinámicas se vuelven problemáticas y afectan de forma negativa a la calidad de vida de ambos, es esencial abordar el tema y buscar formas más equilibradas y saludables de cuidarse mutuamente.
[El síndrome de Fortunata: el anómalo trastorno que desarrollan mujeres hacia hombres casados]
Estas pueden ser algunas de sus consecuencias en la pareja:
- Resentimiento y frustración: El miembro que adopta el papel del chico bueno puede comenzar a sentir resentimiento y frustración por siempre ceder a las necesidades y deseos de su pareja sin tener en cuenta las suyas propias. Esto es algo que puede llevar a un acumulado de emociones negativas que acabará por dañar la relación.
- Falta de equilibrio: Una relación en la que una persona siempre se sacrifica por el bienestar de la otra, puede volverse desigual y desequilibrada. Esto puede generar tensiones y llevar a una sensación de injusticia en la relación.
- Pérdida de identidad individual: El chico bueno puede perder su sentido de identidad y autonomía al poner constantemente las necesidades de su pareja por delante de las suyas propias. Esto puede llevar a una sensación de pérdida de sí mismo y a una dependencia emocional poco saludable.
- Comunicación deficiente: El evitar conflictos y no expresar las necesidades o preocupaciones personales, puede llevar a una comunicación deficiente en la pareja. La falta de honestidad y apertura puede dificultar la resolución de problemas y la comprensión mutua.
- Falta de intimidad emocional: La sobrecompensación y la falta de autenticidad emocional, pueden obstaculizar la creación de una intimidad emocional genuina en la pareja.
- Estancamiento y falta de crecimiento: El chico bueno puede volverse emocionalmente dependiente de su pareja, buscando constantemente la aprobación y validación externa.
- Ruptura de la relación: Si las dinámicas no cambian y la relación continúa desequilibrada, esto puede llevar a una ruptura en la pareja, ya que la insatisfacción y el malestar pueden volverse insostenibles a largo plazo.
Cómo superar el síndrome del chico bueno en la pareja
Combatir el síndrome del chico bueno en la pareja puede parecer difícil, pero no imposible. Y es que superarlo implica comunicación abierta, establecer límites, fomentar empatía, valorar la igualdad, promover independencia, aprender a manejar los conflictos de forma constructiva, practicar el autocuidado y buscar apoyo profesional a mano de expertos si es necesario.
[Monotonía: ¿cómo afecta a la relación y qué hacer para salir de ella?]
Cambiar estas dinámicas establecidas en la relación puede llevar tiempo y esfuerzo, pero siempre que ambos miembros de la pareja estén comprometidos a trabajar juntos para crear una relación más equilibrada y satisfactoria será posible. El objetivo es el de construir una relación basada en el respeto mutuo, la igualdad y el apoyo emocional.