Como sucede con los diferentes aspectos en la vida, el amor también evoluciona y cambia, como también llega un momento en la pareja en la que el romance del comienzo puede ir perdiendo fuerza. Si se trata de una relación duradera, se supone que ya hayan surgido entonces otros lazos que sigan manteniendo unida a la pareja. Sin embargo, si por el contrario sientes que tu relación se ha vuelto rutinaria, sin chispa, sin pasión e incluso sin relaciones íntimas, entonces puede que estemos hablando del síndrome del compañero de piso.
Un síndrome también habitual en España, que no quita que podáis seguir compartiendo planes, viváis en armonía e incluso viváis sin conflictos y lo paséis bien juntos, pero sí que esa chispa y momentos de intimidad a los que quieres volver se hayan perdido por el camino. Si es así, puede que te encuentres en un constante dilema sobre qué hacer o cómo enfrentar este problema en tu relación.
¿Qué es el síndrome del compañero de piso?
Puede que sientas que la relación entre vosotros se ha enfriado, que ya no tiene pasión o que en ella ya no existen momentos de intimidad, incluso estando viviendo ambos bajo el mismo techo. Aún así puede que ambos sigáis disfrutando de intereses comunes, compartiendo planes divertidos y teniendo una muy buena relación, pero en ella no hay cabida ya para esa intimidad o relaciones en pareja.
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Esto es principalmente lo que caracteriza al síndrome del compañero de piso, una de las principales causas de divorcios y separaciones y un fenómeno más común de lo que puedas imaginar.
Esta falta de intimidad afectivo-sexual suele ir acompañada de una pérdida de ilusiones, de pérdida de ilusión en la pareja e incluso de autoestima y normalmente también de excusas como que se tratará de una situación temporal y que las cosas cambiarán en algún momento, sin embargo esto nunca llega a suceder realmente. ¿El resultado? La pareja cada vez se distancia más, hasta el punto de que ambos sienten que han abandonado la relación.
Síntomas del síndrome del compañero de piso
Si tienes la sensación de estar padeciendo o viviendo con tu pareja este síndrome pero no sabes cómo identificarlo, a continuación te detallamos algunos comportamientos asociados a este:
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No hay sexo en la relación
La relaciones íntimas en pareja ya no están presentes y esto es algo que se acepta pero con tristeza sin saber muy bien la causa de que la relación haya llegado a ese punto. Puede ser que uno de los miembros de la pareja experimentase inicialmente una falta de deseo sexual y que paulatinamente el otro compañero también haya perdido las ganas y la iniciativa a consecuencia.
La relación se sostiene por responsabilidades comunes
Una de las preguntas más habituales es ¿cómo puede entonces una pareja sin intimidad afectivo-sexual continuar su relación? En la mayoría de los casos se debe a que la relación entre ambos miembros de la pareja sigue siendo buena y también existe una buena convivencia con responsabilidades compartidas.
Ya sea por sus rutinas de trabajo, del hogar, las dinámicas cotidianas o los planes juntos. Todo esto hace que la pareja aún así continúe, pero la ilusión y la pasión van poco a poco agotándose. También puede influir el miedo a la soledad y el componente emocional que ambos miembros aún comparten.
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Hay amor pero la relación se descuida
Un elemento clave del síndrome del compañero de piso es que ambos miembros de la pareja pueden seguir queriéndose tanto o más que el primer día, pero ambos han descuidado la relación, ya que la atención, el refuerzo y la validación ya no existen.
Hay una especie de sentimiento de abandono común, que aunque traten de reprimir centrándose en sus rutinas y obligaciones, puede acabar por desmoronar la relación.
Evitación al hablar sobre ello
La falta de comunicación y la evitación de hablar sobre la causa de que esas relaciones sexuales no existan en la relación, es otra de las características de este síndrome. Para evitar esas conversaciones se ponen excusas o incluso se asegura que se trata de una situación temporal, pero esa situación nunca llega a mejorar.
¿Cómo afrontar una relación sin sexo?
La realidad es que el síndrome del compañero de piso y esa inexistencia en la pareja de intimidad afectivo-sexual, es un problema en pareja difícil de abordar sobre todo porque normalmente uno o ambos miembros de la pareja suelen preferir no hablar de ello. Al no querer ver el problema e ignorarlo, la relación tiende a descuidarse y el miedo a perder a la pareja comienza a apoderarse de la relación, al mismo tiempo de la desilusión.
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Si actualmente sientes que estás pasando por algo parecido, lo primero que te aconsejamos preguntarte es si realmente estás contento o contenta con ese tipo de relación y si quieres continuar a largo plazo. Si la respuesta es no tendréis que poner fin a la relación, pero si aún queréis luchar por recuperar la pasión lo mejor es que tengas en cuenta los siguientes puntos:
No dejes de lado la comunicación con tu pareja
La comunicación es uno de los motores fundamentales en cualquier relación de pareja, así que no dudes en hablar con tu pareja para explicarle cómo te sientes y por lo que estás pasando, al igual que deberías dejar que tu pareja también exponga sus sentimientos. Necesitáis hablar sobre lo que cada uno de vosotros necesita y sin culpas o reproches.
Trabaja la comunicación emocional
El lenguaje emocional que tengamos con nuestra pareja es fundamental para cuidar la relación, así que si quieres recuperar vuestra intimidad, tendréis que hacer el esfuerzo de abordar el cuidado que ambos dais a la relación en vuestro día a día. Sin cuidado emocional y comunicación o sin compromiso, será difícil conseguir ser la pareja que buscáis.
Trabajar en recuperar la pasión paulatinamente
Si finalmente apostáis por recuperar la relación, es importante que dejéis de lado las expectativas altas y que trabajéis es recuperar la pasión de forma paulatina y despacio. Hacer de ello un proceso lento y comprometido. Poco a poco podréis recuperar el deseo nuevamente.
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Deja a un lado la rutina y da pie a la improvisación
La rutina no ayuda a que haya magia en la relación, así que apuesta por la improvisación y sorprende a tu pareja con planes de última hora, citas y mucha improvisación, como al comienzo de la relación.
No dudes en pedir ayuda
Si los progresos no marchan como esperabais, lo mejor es que os pongáis en manos de un profesional y especialista en terapia de pareja. De esta manera podréis analizar lo que se esconde detrás de ese bloqueo y trabajar en conjunto por sentiros mejor con vosotros mismos y en vuestra relación de pareja.