El 'rey del pop', Michael Jackson, hizo famoso a nivel mundial su paso de baile moonwalk a comienzos de los años ochenta, cuando lo utilizó en la interpretación de la canción Billie Jean. Con este consiguió generar un efecto óptico de movimiento corporal, en el que se deslizaba hacia atrás, aunque a simple vista parecía ir hacia adelante. Ahora, varias décadas después, está demostrado que practicar el denominado retro-walking tiene diferentes beneficios para la salud.
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Desde aquellos primeros imitadores del baile de Michael Jackson ha pasado mucho tiempo y muchas investigaciones acerca de la importancia del ejercicio físico para disfrutar de una buena salud, dentro del cual hay que hacer mención al caminar. Aunque es una actividad que no cuenta con la popularidad de otras, caminar es un hábito cada vez más habitual en la rutina de muchas personas.
El retro-walking no es un concepto nuevo, ya que se trata de una actividad de entrenamiento deportivo que también es utilizado como parte del protocolo de rehabilitación de diferentes lesiones y enfermedades crónicas. De hecho, es usual que se utilice para el tratamiento de afecciones de rodilla como la artrosis, una patología degenerativa y común que afecta en gran medida a la población de edad avanzada.
Además de contribuir al alivio y prevención de lesiones, caminar hacia atrás ayuda a perder peso con mayor rapidez, ya que el gasto de energía es de un 40% mayor que cuando se camina hacia adelante a la misma velocidad.
¿En qué consiste el 'retro-walking'?
El retro-walking consiste simplemente en caminar hacia atrás, aunque no es tan sencillo como pueda parecer. Para poder llevarlo a cabo será necesario tener cierta concentración, además de practicarlo en un espacio seguro si se realiza en el exterior para evitar posibles caídas o lesiones. De hecho, el gimnasio es un lugar ideal para practicarlo gracias a las cintas de correr.
Este ejercicio de entrenamiento es especialmente beneficioso para aquellas personas que sufren de dolores de espalda, ya que, al haber un menor esfuerzo a la hora de pisar, se consigue un alivio de la presión lumbar en comparación con la caminata convencional.
Para poder llevar a cabo esta forma de andar se necesitan unos movimientos con menor tensión que caminar hacia adelante, por lo que las articulaciones se ven beneficiadas. También hay que destacar que el retro-walking ayuda a tonificar los cuádriceps, a estimular la actividad cognitiva, y la frecuencia cardíaca, además de a mejorar la fascitis plantar, prevenir lesiones de rodilla y a la mejora de la estabilidad y el equilibrio.
Cómo practicar el 'retro-walking'
Los expertos recomiendan caminar de forma combinada y alternar el paso hacia atrás con el paso hacia delante durante aproximadamente 10-15 minutos diarios para comenzar a habituarse. Para ello habrá que caminar durante un minuto hacia adelante y luego el mismo tiempo hacia atrás, así hasta que se llegue a completar el periodo de tiempo determinado.
En este caso, una de las primeras recomendaciones es que se busque un lugar seguro para practicarlo, es decir, una zona plana, en la que haya poca o ninguna pendiente y que, por supuesto, esté libre de obstáculos. Obviamente, deben evitarse sitios que puedan estar abiertos a un tráfico rodado o peatonal para evitar situaciones de riesgo.
Por otro lado, es fundamental que cuando se practique se haga con la cabeza erguida, de manera que caminar hacia atrás sea fluido y solo se gire la cabeza de forma puntual. Cuando se hagan estos gestos debe buscarse que sea de la manera más natural y suave posible. Para ayudarse en el paso, se recomienda que los brazos se balanceen de una manera suave y sencilla, e incluso pueden estar ligeramente apoyados en las caderas, un apoyo que contribuye a la mejora del equilibrio.
Si quieres comenzar a practicar retro-walking usa un calzado cómodo y con buen agarre, acude a un lugar seguro y relájate y mantén la calma mientras vas empezando poco a poco con su práctica. Mantén la vista al frente y toma descansos con regularidad, parándote en el caso de que te sientas inseguro o mareado. Además, es aconsejable pedir ayuda a otra persona para dar los primeros pasos en esta actividad.
Caminar, un ejercicio beneficioso para la salud
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) hacen hincapié en la relación que existe entre el ejercicio físico y una dieta cardiosaludable para poder disfrutar de un buen estado de salud. En lo que respecta a caminar, la OMS recomienda que se realice esta actividad durante 150 minutos semanales como mínimo, lo que se traduciría en cinco caminatas enérgicas de unos 30 minutos diarios entre semana.
Caminar es una actividad que ayuda a hacer frente al sedentarismo, que incrementa un 20-30% los factores de riesgo que aumentan la mortalidad, con la ventaja de que puede ser practicada por personas de todas las edades y condiciones, adaptándose a las características de cada uno.
De esta manera, con apenas media hora de caminata diaria es posible disfrutar de todas las ventajas que tiene caminar para la salud. No obstante, no se puede hacer de cualquier forma, ya que la velocidad es importante y lo más recomendable es aumentar progresivamente el ritmo y el tiempo para poder obtener mejores resultados. Además, caminar a primera hora de la mañana aporta energía, mientras que hacerlo por la tarde-noche ayuda a conciliar el sueño.