Casi el 3% de la población española sufre demencia y de estos casos, más de la mitad son Alzheimer. Esto quiere decir que son unas 800.000 personas en nuestro país a las que se les ha diagnosticado esta enfermedad, según apunta la Sociedad Española de Neurología (SEN). Casos de demencia y alzheimer a los que también se une esos casos menos graves pero también relacionados con esa pérdida progresiva de la memoria que ocurre a medida que vamos cumpliendo años.
Esto es algo sobre lo que la directora de Psiquiatría Nutricional de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, Uma Naidoo, lleva tiempo estudiando y que podría estar mucho más relacionado de lo que piensas con la alimentación.
De hecho, esta experta en nutrición ha detallado algunos de los alimentos cuyo consumo desproporcionado podría suponer un problema para la memoria y la concentración, así como también al estado anímico y mental. Toma nota.
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Cómo puede llegar a influir la alimentación en nuestra memoria
La alimentación no solo influye en nuestra salud física, sino también en nuestra función cognitiva. La memoria y la concentración son dos aspectos críticos de nuestra capacidad cerebral, y lo que comemos desempeña un papel crucial en cómo funcionan.
Para empezar, tenemos que comprender que el cerebro es un órgano altamente activo que necesita una fuente constante de energía y nutrientes para funcionar correctamente. La glucosa es su principal fuente de energía, y la calidad de los carbohidratos que consumimos puede marcar la diferencia en la estabilidad de los niveles de azúcar y, por lo tanto, en nuestra capacidad de concentración. Por todo ello, elegir una dieta rica en nutrientes, antioxidantes y ácidos grasos saludables puede mejorar la salud cerebral a largo plazo.
Es precisamente al comprender cómo nuestros hábitos alimenticios influyen en nuestra mente, podemos tomar decisiones informadas para optimizar nuestra función cognitiva y llevar una vida más saludable y productiva.
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Los alimentos que podrían estar dañando tu memoria y concentración
Uma Naidoo ha revelado en concreto cinco alimentos bastante habituales en la gran mayoría de dietas, que ella misma apunta como opciones alimenticias que podrían estar poniendo en peligro nuestra capacidad de concentración y de memorizar y de las que deberíamos moderar su consumo.
- Aceites industriales: Los aceites altamente procesados, como los derivados de soja, maíz, semillas de colza, algodón, girasol y cártamo, contienen altos niveles de ácidos grasos omega-6, lo que podría afectar negativamente la memoria. Se recomienda sustituirlos por aceite de aguacate, coco u oliva.
- Azúcares refinados: Los azúcares añadidos y refinados pueden aumentar los niveles de glucosa en el cuerpo, lo que puede afectar la memoria y la plasticidad en el hipocampo. Se sugiere reemplazar los productos con azúcares añadidos, como las salsas, por opciones caseras.
- Alimentos procesados: Los alimentos procesados y ultraprocesados pueden acortar los telómeros, los extremos de los cromosomas, lo que provoca un envejecimiento menos saludable de las células. La regla general es evitar los alimentos con ingredientes que no puedas pronunciar o entender.
- Edulcorantes artificiales: Los edulcorantes artificiales como la sacarina, la sucralosa y la estevia carecen de valor nutricional y pueden afectar la población de bacterias intestinales. Pueden ser reemplazados por alternativas más naturales como la miel.
- Frituras: Los alimentos fritos en abundante aceite o que están rebozados pueden ser perjudiciales para el cerebro si se consumen en exceso. Una alternativa más saludable es cocinar al horno en lugar de freír.
Tipos de alimentos que sí potencian tu memoria
Entre los alimentos que por el contrario sí pueden ayudar a mejorar tu memoria y concentración, encontramos:
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- Omega-3 y la potencia de los ácidos grasos: Los ácidos grasos omega-3, que se encuentran en alimentos como el pescado graso, las nueces y las semillas de chía, tienen un papel esencial en el desarrollo y mantenimiento de las células cerebrales. Estos ácidos grasos pueden mejorar la memoria y la función cognitiva.
- Antioxidantes para una mente ágil: Las frutas y verduras ricas en antioxidantes, como las bayas, las espinacas y el brócoli, pueden proteger al cerebro del daño oxidativo y la inflamación. Esto es crucial para preservar la función cognitiva a medida que envejecemos.
- El papel de las proteínas y aminoácidos: Las proteínas contienen aminoácidos que son precursores de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, que influyen en nuestro estado de ánimo y concentración. Incluir fuentes de proteína magra en la dieta es importante para un rendimiento mental óptimo.