"Hay que seguir potenciando el turismo para recuperar el atractivo de la industria española". De esta forma, Marc Morillas, CEO de Morillas, puso sobre la mesa la necesidad de apostar por uno de los principales pilares de la economía española durante la segunda edición de 'Wake Up, Spain!'.
"La marca es sin duda un activo clave para el desarrollo de cualquier nación que se precie y suma al posicionamiento de un país", subrayó Morillas. Sin embargo, también detalló que las marcas de los países se han visto afectadas por la crisis sanitaria. "Los españoles somos los más críticos con la marca España".
En esta línea, Morillas explicó que, según Brand Finance, se ha producido un descenso en el aspecto reputacional de la marca España, ya que "en el 2020 sacrificó el 28% de su valor y en 2021 nos ubicamos en la decimocuarta posición a nivel global".
Eso sí, "seguimos por delante de Italia, Portugal y Alemania". También apuntó que Suiza le ha quitado el puesto número uno a Francia como la marca más prestigiosa del mundo.
Estos ránkings de marcas más prestigiosas los suelen liderar "actores pacíficos", como por ejemplo Suiza, Canadá, Suecia y Nueva Zelanda, que "tienen una actitud muy específica a la hora de construir relaciones internacionales", enfatizó.
El valor de las marcas españolas
El directivo destacó que la imagen internacional de España sigue siendo muy débil en "territorios duros" como la tecnología y la innovación. De hecho, puso el acento en que "eventos como el 'Wake Up Spain!' potencian la inversión en estos ámbitos tan importantes".
En este sentido, Morillas sí puso en valor el rol que tienen las marcas españolas en el mundo. En concreto, "Santander, Zara y El Corte Inglés son marcas que deben ser fuentes de inspiración", destacó el directivo.
Por último, Morillas insistió en que planificar y ejecutar son claves para que la marca España pueda seguir funcionando. De este modo, tanto gobierno, empresas como agentes sociales deberían trabajar en común para "atraer inversores y potenciar la marca España", concluyó.