El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, alertaba este martes en Wake up Spain, donde intervenía al día siguiente de que lo hiciese el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de los "graves efectos" que para la economía española puede tener una transición verde que no se haga "bien". Una advertencia al Ejecutivo central que sintetizaba en una gráfica frase: "Antes de desenchufar lo que funciona conviene tener enchufado lo nuevo".
Feijóo profundizaba en su postura refiriéndose tanto a las cuestiones estrictamente energéticas como al mercado del automóvil, un sector muy pujante en Galicia, y la fábrica de baterías eléctricas que su comunidad aspira a albergar. Sobre esto último subrayaba que haría falta "más de una" y lamentaba que España se haya quedado "rezagada" con respecto a otros países de la Unión Europea, como Francia y Alemania.
El presidente gallego enfatizaba la condición de su comunidad de segundo productor en España de coches, de los que fabrica, explicaba, quince de cada cien, exportando casi la totalidad, "el 98%".
Sobre la transición hacia el coche eléctrico y las ayudas anunciadas por el Gobierno, Feijóo se preguntaba en voz alta si "el objetivo es 7.000 euros para la compra de un coche eléctrico o el objetivo es acabar con las emisiones y retirar de las carreteras los coches de más de equis años". El presidente de la Xunta recordaba que la edad media de los vehículos que circulan por España es de trece años, y puntualizaba que, hoy por hoy, nuestro país no tiene "electrolineras".
El precio de la energía
En cuanto al aspecto energético, Feijóo deslizaba el dato de que Alemania tiene casi cuarenta centrales de ciclo combinado mientras "España tiene catorce, y las cierra todas. Pues... es una pregunta, ¿no?".
Aseguraba además que el desarrollo eólico necesita de un periodo de "madurez" ya que, argumentaba, "no es fácil convencer a las gentes de dónde se ubica el parque, necesitamos salida del parque a red eléctrica, un parque eólico no se hace en un par de años".
Tirando de precedente, se refería a las políticas de transición energética implementadas en la época de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando "el coste del despliegue de energía fotovoltaica conllevó un déficit tarifario de treinta mil millones de euros".
En ese sentido, y subrayando en todo momento que apoya la transición ecológica y que su comunidad tiene mayor porcentaje en renovables que la media española, advertía de que si se incrementan los costes energéticos eso repercutirá negativamente tanto en la economía gallega como en la del resto de España.
"Para que la economía sea competitiva el precio del mega tiene que ser razonable, y para eso necesitamos bajar los precios de la energía, no subirlos. Si no no vamos a producir aluminio, no vamos a producir hierro, no vamos a producir acero" enumeraba.
En síntesis: "El precio de la energía es determinante para un país. No conozco a ningún país que tenga precios altos de la energía que le vaya bien. Conozco países que se han precipitado encareciendo el precio de la energía y al final han producido una contracción de la economía más que una ampliación".