Cani Fernández, presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), ha defendido que “la innovación constituye un factor esencial para fomentar el crecimiento económico de forma sostenida” durante su intervención en la III edición del Wake Up, Spain!, el 'Davos español', organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y D+I en colaboración con EY, Oesia, Microsoft y EMT de Madrid.
“La innovación contribuye al crecimiento de la productividad porque desplaza la frontera tecnológica y los conocimientos científicos a lo largo del tiempo”, ha subrayado en Wake Up, Spain!, una cita que ha considerado “de referencia en el panorama económico, empresarial e institucional del país”.
La presidenta de la CNMC ha hecho varias reflexiones en torno a “la importancia de la innovación en un momento de incertidumbre y construcción de una nueva realidad en la que todos, en mayor o menor medida, tenemos nuestra cota de responsabilidad”.
En su discurso, Fernández ha apelado a “la innovación, porque es clave para lograr un crecimiento sostenible, ofrecer mejores oportunidades a las nuevas generaciones y retener el talento, que es uno de los bienes más preciados de cualquier sociedad”.
Asimismo, la presidenta del organismo regulador ha recordado que “liderar la innovación en todos los terrenos es un objetivo de la Unión Europea (UE) que requiere la involucración de todos, tanto empresas del sector privado como de las instituciones públicas”, entre las que se encuentra la CNMC.
En ese mismo sentido, Fernández ha alabado el esfuerzo en innovación que ha desarrollado el sector privado, que “es indudable”, pero también ha resaltado la “responsabilidad que recae en el sector público a la hora de crear un entorno favorable para que el emprendimiento dé todos sus frutos y crezca”.
“Corresponde a los poderes públicos, que tienen la iniciativa legislativa, promover soluciones regulatorias para que las empresas puedan emprender, invertir y encontrar su nicho en el mercado aportando valor añadido consustancial a la innovación”, ha añadido. Dos ejemplos de ello son la recién aprobada Ley “Crea y Crece” y la Ley de Startups.
En su intervención Fernández también ha subrayado que “es responsabilidad del supervisor, de la CNMC, velar porque las condiciones de competencia del mercado sean las más favorables y eliminar las barreras injustificadas o desproporcionadas” con las que puede encontrarse la actividad económica en general y la innovación en particular.
En este ámbito, al regulador le “preocupa mucho” las compras anticompetitivas de innovadores “para asegurar que la competencia potencial no sea un estorbo”. La CNMC vela “por que la competencia sea real y que las soluciones innovadoras prevalezcan”, ha asegurado.
Competencia
“A diario observamos como las empresas que se encuentran sometidas a competencia luchan por ganar clientes o mantenerlos reduciendo precios, aumentando la calidad de sus productos o servicios, o innovando ya sea mediante nuevos procesos o productos”, ha apuntado.
Frente a este entorno, ha subrayado que “el monopolio se asocia a la ineficiencia y el despilfarro, precisamente por esa ausencia de disciplina competitiva”. Según Fernández, “cuanto más competitivo sea un sector más estimuladas estarán esas empresas para innovar con el fin de crear nuevos productos que no tengan parangón, que sean superior a los de sus competidores y que sean elegidos por los consumidores”.
Por ello, “es importante mantener estructuras de mercado competitivas” y “asegurar que no se producen esas compras anticompetitivas de empresas innovadoras que tienen una idea que puede triunfar, desarrollarse y generar todavía más competencia”.
Fernández también ha tratado “la concesión de derechos de propiedad intelectual, que configuran monopolios legales temporales”. Tal y como ha considerado, “este es el precio que hay que pagar para tener más innovación, pero incluso el ejercicio de un derecho de propiedad intelectual debe hacerse de acuerdo con el derecho de la competencia”.
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Por ello, la CNMC debe “investigar y sancionar situaciones en el que las empresas puedan frenar frenar la innovación mediante los acuerdos colusorios”. Fue el caso del conocido como dieselgate, el pacto entre los grandes grupos automovilísticos alemanes, Volkswagen, BMW y Daimler, para aplicar un diseño anticontaminación de menor coste y, por supuesto, “muchísimo menos efectivo que el necesario”.
La presidenta de la CNMC ha mostrado el compromiso del organismo para “mantener los mercados abiertos, competitivos y contestables”, y que “todo aquel que tena una idea innovadora pueda explotar los mercados sobre la base de sus propios méritos”.