"Por el bien de los ciudadanos de Alicante y de los profesionales de las artes escénicas, que tienen derecho a usar y actuar en el Teatro Principal". Por esas razones cree Abel Guarinos que se resolverá pronto el concurso en la dirección de este centro. Esta es una de las tareas pendientes que le quedó en su primer mandato como director del IVC, el Institut Valencià de Cultura.
Acaba de renovar por cinco años más al frente del ente que coordina las principales salas en la Comunidad Valenciana, museos en Castellón y otros muchos festivales. Y se le ve satisfecho en su primera entrevista después de anunciarse su continuidad.
El Principal de Alicante
La espina del teatro alicantino tiene números que se cuentan por millones. Tres, exactamente. El 28 de diciembre de 2018 la Generalitat entregaba al Banco Sabadell y al Ayuntamiento de Alicante tres millones de euros para formalizar su entrada como un propietario más. Con ese dinero se esperaba pagar la deuda histórica del centro y acometer las muy necesarias reformas que necesita el edificio.
Más de dos años después "estamos esperando a que tanto el Banco Sabadell como el Ayuntamiento hagan para asumir la deuda histórica que tiene el centro desde finales del siglo XX, novecientos mil euros en el momento que la Generalitat entró para participar en la gestión".
Si esta podría verse como una molesta espina que se enquista, quizás lo sea tanto como la ley de contratos que entró en vigor en marzo del 2018 "que ha entorpecido mucho la gestión". Pero, añade Abel Guarinos, "a todas estas cuestiones hacemos frente porque la pelota está en nuestro tejado en lo que supone la gestión del IVC. En el Principal compartimos la gestión. Y el primer paso para pagar la deuda lo tiene que dar el Ayuntamiento de Alicante. El Banco Sabadell ya ha dicho públicamente que hará lo mismo".
Cuando esté resuelto eso, se podrá resolver otra de las tareas sin resolver en el centro, la dirección. "Por nosotros no quedará. Ya pasamos al consejo de gobierno una propuesta y hemos pedido que se nos convoque a una nueva asamblea de copropietarios para que se hagan las enmiendas que se quieran y sacarlo adelante". Un tema que, reconoce, está pendiente desde hace año y medio.
El freno del coronavirus
La resolución de este asunto palidece frente la peor crisis que ha tenido que afrontar Abel Guarinos en sus primeros cinco años, la que ha llegado asociada al coronavirus. "La conselleria de Cultura y el IVC desde el 13 de marzo de 2020 hemos tomado acciones legislativas para afrontar esta dura realidad", subraya.
Y ejemplos de ello los ha recopilado en su informe de gestión. Con casos como la ley 2/2020 para paliar los efectos de la emergencia sanitaria en su ámbito. "Fue una ley que habría que remarcar que aprobaron por unanimidad todos los grupos en las Cortes valencianas", recuerda.
Grandes problemas necesitaban grandes respuestas. Esas son las que cree haber ofrecido con el aumento de presupuesto que ha tenido para abordar estas consecuencias. "Solo el IVC tuvo tres millones de euros de más para hacer todas las actividades del programa Oh! La cultura, implementar programas específicos en el circuito cultural desde Guardamar hasta Vinaròs o incrementar los recursos económicos a las empresas".
Una enumeración de ayudas en la que remarca que, "por primera vez en la historia, se subvencionaban las salas de cine que tuvieron que cerrar y no habían recibido nunca ayudas y las recibieron en 2020. Y en 2021 han vuelto a salir publicadas".
Más y más
Ese dinero también sirvió para incrementar la programación teatral "de todas las ramas escénicas. Por ejemplo, en el Arniches nunca habíamos empezado tan pronto a programar. E incluso en los momentos más duros de la pandemia no hemos dejado de hacerlo. Solo hubo un espectáculo de calle que se suspendió por un problema técnico con el Ayuntamiento de Alicante que no nos dio el permiso".
Y subraya que este aumento en las actividades del IVC no se ha reflejado en una mayor incidencia de contagios. "Y hemos podido ofrecer a la ciudadanía esa vacuna cultural en la que creemos. La que nos sirve para vacunarnos emocionalmente. La población necesita de un bienestar que también aporta la cultura".
Renacer cultural
Frente a todos estos asuntos, Abel Guarinos subraya que "también he vivido los mejores años". Y se refiere a 2018 y 2019, en los que destaca "un aumento de la consolidación de la profesión del audiovisual valenciano, de la música...". Una labor que se vio reconocida "con el primer Max en la historia que tiene un espectáculo de producción pública que fue para el musical Tic-Tac, íntegramente en valenciano".
Otro reconocimiento nacional del que se enorgullece fue el Goya ganado por la coproducción Buñuel en el laberinto de las tortugas. "Y otros aciertos como La inocencia o La mort de Guillem". Mientras que en la música "hay un renacer de la música de raíces en toda la Comunidad. Y lo vemos en todo el circuito cultural, sea Petrer, Elche, Villena, Alcoy o la Vila Joiosa".
Ese renacer lo ve plasmado, prosigue, "en la cantidad y calidad del trabajo que se da a los profesionales valencianos y que los ciudadanos lo apoyaban con su asistencia hasta que llego la pandemia. También me quedo en la parte positiva de la gestión".
Descentralizar para todos
¿Qué espera Guarinos para estos próximos años con el IVC? "Hay que consolidar lo iniciado. Hay que hacer más Alicante", empieza. Y no como una asignatura pendiente, puntualiza al señalar a capital más meridional, "es un aumento en la presencia de las comarcas". Una voluntad de descentralizar que cree que demuestra un festival como Sonora, "que se hace en cinco ciudades y ninguna es Valencia".
¿Y se apoya más a ciudades con determinados partidos en el gobierno municipal? "En absoluto", recalca. Y así lo ve al repasar la lista de los municipios elegidos como capitales culturales de la Comunidad Valenciana. Una tabla que abrió Gandia en 2017, se continuó Sagunt y Potríes en 2018, Vilafranca y Altea en 2019, y se cierra con Alcoy y Bocairent este 2021.
"La comisión que evalúa los proyectos que se presentan a la capitalidad cultural es tan amplia que sería imposible de discernir un partido u otro", razona. "Quizás también deberíamos de pensar cuántas ciudades con gobierno no botánico se han presentado y con qué proyectos". Por eso recuerda que "cuando te presentas en concurrencia competitiva gana el mejor. Y hasta ahora han ganado los mejores proyectos, al margen de signos políticos".
La satisfacción por lo trabajado en estos años, en lo bueno y en lo malo, debe de asumir que "la crisis económica será más larga, quizás, que la sanitaria". Por eso vuelve a apoyarse en los números del IVC. "Hasta en el año más difícil, el de la pandemia, hemos aumentado los recursos. Pensamos que la cultura es necesaria y que los profesionales tienen que trabajar para ofrecerla al ciudadano. Y los tenemos que cuidar y mimar. Porque el objetivo final es el ciudadano".