La portavoz de Medio Ambiente del Grupo Popular (PP) en Les Corts, Elisa Díaz, ha denunciado hoy que la consellera Mireia Mollà elude dar explicaciones en Les Corts sobre el proyecto fallido del Desert de les Palmes y la muerte de más de 10 burros.
Díaz ha explicado que diciembre es un mes en el que la mayor parte de la actividad parlamentaria se centra en los presupuestos y "la convocatoria del resto de comisiones queda reducida". Así, ha indicado que solo se va a convocar una comisión de Medio Ambiente, prevista para el próximo 16 de diciembre. Al parecer, esta jornada no incluye "la comparecencia de Mollà para abordar este asunto y dar explicaciones no se ha incluido".
“Nos vamos por tanto a febrero como pronto, y habrán pasado cuatro meses desde que nos enteramos de la muerte de los animales sin que la consellera haya dado explicaciones en el Parlamento Valenciano. Es una vergüenza. Mollà culpa a gente de su equipo y al director del parque, como si fuesen personas ajenas a su Conselleria y su responsabilidad, no hace autocrítica y no da la cara", ha señalado.
Asimismo, Elisa Díaz ha acusado a la consellera de "opacidad en todo lo sucedido". Los populares señalan que la Conselleria "ha prorrogado el plazo para responder a una serie de preguntas que hemos formulado desde el Grupo Popular y que son muy sencillas de contestar si quisieran", ha señalado.
La diputada ha afirmado que el fracaso de este proyecto y la muerte de los animales, "a los que sumamos ahora la desaparición de varios burros más, es un dardo en la línea de flotación de las políticas ecologistas del Consell, que al final se han demostrado como "ecologismo de salón".
La nota de prensa de los populares concluye afirmando que Mollà tiene problemas con los agricultores, con los pescadores, con los cazadores, con sus proyectos. "No está a la altura del cargo que representa", finaliza Elisa Díaz.
50 burros desamparados
El 31 de octubre, este diario publicaba la historia de estos animales. En total, 50 burros se ocuparían de la limpieza del monte para reducir el riesgo de incendios en el Desert de les Palmes en Castellón. La Generalitat sacó los burros de un cuidador que simplemente era amante de los animales y para salvarlos de un posible sacrifició, accedió a que vivieran en el monte.
El problema es que nadie se preocupó de si los asnos encontrarían alimento en el parque natural. Tampoco se les proporcionó un sitio para refugiarse. Y mucho menos había profesionales que los estuvieran vigilando. Al estar desprotegidos, los animales empezaron a morir. La primera comunicación del parque a los órganos superiores informando de lo ocurrido se produce el 22 de septiembre, cuando ya habían fallecido ocho burros.