La cárcel de Villena (Alicante) ha vivido unos convulsos y difíciles últimos meses. Basta solo la última semana para comprobar lo compleja y candente que es la situación que se vive entre las paredes de sus muros. El pasado martes se produjo una situación límite cuando un interno, confinado en un módulo de respeto, incendió deliberadamente su celda, provocando la evacuación temporal de 125 reclusos para salvaguardar su salud e integridad.

Según relatan fuentes penitenciarias a EL ESPAÑOL, se oían gritos desesperados de los presos, procedentes del interior de sus celdas: "Funcionarios, sacadnos que nos asfixiamos", imploraban, al tiempo que golpeaban de manera violenta y desesperada las puertas del módulo.

El sonido, aseguran testigos presenciales, era atronador. Solo había de servicio dos funcionarios. "Arriesgaron su vida y en una de esas situaciones en que asumen funciones impropias de gran riesgo", indican esas mismas fuentes. Por fortuna consiguieron controlar el incendio y reconducir la situación, pese a la espectacularidad de las columnas de humo generadas.

La humareda provocó que los funcionarios, tuvieran que caminar agachados, casi reptando, para no intoxicarse con el humo que inundaba la galería y que además anegó el módulo, donde la visibilidad, durante esos instantes críticos, era nula.

Los internos corrían despavoridos para alcanzar la salida de la galería y salvar la vida. En el módulo más conflictivo, el de aislamiento, también se siguen sucediendo situaciones "de extrema gravedad", ya que algunos de los internos más peligrosos no paran de atrincherarse como si de una guerra se tratara.

Es lo que denuncian los trabajadores de la prisión, que dicen que en los últimos meses los presos aguardan a atacar cuerpo a cuerpo a los trabajadores. Muchos llegan a temer verdaderamente por su vida.

"El vacío de poder que los internos intuyen, hace que disfruten de cierta impunidad", aseguran los trabajadores del centro, quienes denuncian que ni la dirección interina, ni los servicios centrales de Madrid ejecutan los traslados urgentes que servirían "para salvaguardar la integridad física de los trabajadores amenazados". Como ejemplo, en los últimos días, un interno destrozó a golpes una de las puertas de seguridad de su módulo. Cuando se le redujo y se le consiguió encerrar de nuevo en su celda confesó, según testigos presenciales, que su intención era tratar de alcanzar a los funcionarios y ahorcar a uno de ellos con un cable.

Nueva directora

Esta es la situación que se va a encontrar la nueva Dirección del centro, María Belén López, nombrada precisamente este mismo lunes por Instituciones Penitenciarias. Estudió Psicología por la Universitat Oberta de Catalunya, tiene un máster en Psicología Clínica y de la Salud por la Asociación Española de Psicología Conductual y el Instituto Superior de Psicología Clínica y de la Salud.

En 2009, ingresó en el Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias y, desde la puesta en marcha del Centro Penitenciario Murcia II en 2011, ha ejercido como subdirectora de Tratamiento de esta prisión. Durante este tiempo, ha impartido, además, formaciones en cursos de funcionarios del Cuerpo de Ayudantes y Cuerpo Especial.

Antes de su incorporación a la Administración Penitenciaria, María Belén López trabajó como psicóloga en el Centro Penitenciario de Albolote (Granada), dentro de las actividades de AVOPRI (Asociación de Voluntarios de Prisiones) y en el marco de un programa de rehabilitación psicosocial para enfermos mentales crónicos.

López llega tras la 'forzada' jubilación del anterior Director y que la plantilla aplaude como un gesto en positivo. "Fue incapaz de atajar la escalada de violencia, además de que en muchos casos esta violencia derivaba directamente de las decisiones que el mismo tomaba. Como era el hecho de recompensar a internos que cometían incidentes, con televisores costeados por la propia administración y muchas más decisiones similares que solo traían problemas", aseguran desde el sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM).

Villena ha estado también en el ojo del huracán por el episodio de las falsas amenazas y de la falsa agresión denunciada por su ex subdirectora, tras la cual se acusó a varios funcionarios de la misma y se les suspendió de empleo y sueldo. Tiempo después las investigaciones de la Guardia Civil determinarían que todo era una invención y se acusó a la subdirectora de un delito de denuncia falsa y otro de simulación de delito. 

A toda esta situación límite, se suma la situación de la pandemia del COVID, con 17 internos positivos y el confinamiento a día de hoy de 4 módulos con unos 400 reclusos (cerca de la mitad la población de la penitenciaría), con las tensiones que genera el aislamiento sanitario, las limitaciones de toda actividad habitual y la suspensión de las comunicaciones de los internos con sus familiares y amigos. Los pocos sanitarios de los que disponen, además, acaparan todo el trabajo de prevención y tratamiento sanitario en jornadas maratonianas.

¿Cambio de rumbo?

Al aumento de la conflictividad, la permisividad hacia las agresiones y faltas de respeto, así como a la mala relación entre trabajadores y dirección, se le unió lo que muchos perciben como una "filtración ilegal y distorsionada del vídeo de una actuación de reducción legal de un interno". El sindicato TAMPM entiende que todo ocurrió con el fin de socavarles y desprestigiarles. Aseguran desde este colectivo, mayoritario en el centro, que se intentó convencer a través del diálogo al anterior gestor de que se adoptaran medidas. No hubo forma, aseguran, de convencerle.

Las fuentes consultadas aseguran que la nueva directora es una mujer "dialogante". Por tanto toda la plantilla de trabajadores del Centro Penitenciario Alicante II (Villena) se mantienen a la expectativa con la esperanza de "un cambio de rumbo" ante su toma de posesión.

"Le tendemos la mano -señalan en TAMPM- convencidos de la urgencia de actuaciones eficaces y firmes que se basen en la escucha activa a los trabajadores, que tienen propuestas para reconducir la situación, mejorar la convivencia y acabar con la situación altamente conflictiva".

Con su llegada, la dirección del centro será gestionado prácticamente por mujeres, ya que al ya conocido nombramiento de la nueva Directora, se le suma la actual Subdirectora de Tratamiento y las incorporaciones probables de una subdirectora de Seguridad y de una Subdirectora de Régimen.