Un tribunal popular juzgará a partir del lunes en la Audiencia Provincial de Alicante a un hombre de 37 años acusado de matar a su pareja sentimental en una casa rural del término municipal de Planes.
Los hechos ocurrieron en febrero de 2019. Ahora, la fiscalía pide 25 años de cárcel para este hombre, natural de Alcoy, acusado de matar a Sheila, una mujer de 29 años, con la que tenía en común un bebé de tres meses. Está previsto que el juicio, en forma de vista oral, se prolongue hasta el jueves.
Al principio las autoridades pensaron que la mujer se había suicidado en la madrugada del 9 de febrero de 2019 en la vivienda común a las afueras de Planes, ya que esa fue la primera versión que dio Jorge, su pareja sentimental en ese momento. Él mismo fue quien alerto a las autoridades de lo sucedido. Dijo que se había levantado de la cama al escuchar al bebé llorar y que cuando bajó las escaleras hacia el primer piso, la chica estaba degollada y, junto a ella, el arma con el que supuestamente se había cortado el cuello.
Heridas "incompatibles"
Sin embargo, 48 horas después la investigación dio un giro inesperado porque los resultados de la autopsia revelaron heridas "incompatibles" con que se hubiera quitado la vida por ella misma. Concretamente, la víctima tenía diversos traumatismos craneoencefálicos, por lo que determinaron que no se trataba de un suicidio. Según la calificación de la fiscalía, los hechos ocurrieron durante la noche cuando procesado y víctima se encontraban en el comedor e iniciaron una discusión.
El jurado deberá decidir si, durante la misma, el encausado golpeó a la mujer con el mango de una linterna hasta dejarla inconsciente para, a continuación, clavarle un cuchillo en el cuello, herida que provocó que la víctima se desangrara.
La mujer y el presunto agresor, ambos naturales de la cercana población de Alcoy, vivían desde hacía alrededor de un año en esa casa de campo situada en la partida de La Ceba, término de Planes pero muy cerca del municipio de Benimarful. Aunque según pudo saber El Español en 2019, la pareja "hacía muy poca vida en Planes y tampoco se pasaba por Benimarful". La víctima, quien tenía tatuado en el cuello el nombre de su bebé, había trabajado como actriz en una agencia para modelos publicitarios.
Los 25 años de cárcel que pide la Fiscalía se justifican en un supuesto delito de asesinato con la agravante de parentesco.