La clásica panorámica de las aguas de Calpe con el emblemático Peñón de Ifach al fondo ha ganado desde hace unas semanas un nuevo elemento: unas jaulas de 25 metros para peces, visibles desde la costa, que una piscifactoría ha empezado a instalar en este entorno marino tras obtener todos los permisos por parte de la Conselleria de Medio Ambiente. En ellas se crían doradas, lubinas y corvinas para el consumo humano.
Se trata de una práctica "bastante frecuente, igual que las granjas de gallinas o de cerdos", pero que cuenta con "un elemento particular: se hace en las aguas de Calpe, un municipio que vive del turismo".
El que habla es el concejal de Urbanismo de esta localidad de la Marina Alta, Juan Manuel del Pino, quien asegura que el instalar estas jaulas "puede tener también una repercusión contaminante: el alimento que dan a los peces va cargado de antibióticos, y utilizan alguicidas para que las jaulas no se embocen".
El Ayuntamiento ha presentado un recurso de alzada contra la decisión de ampliar la actividad de esta empresa, y que supondrá "tener una de las mayores piscifactorías de Europa instaladas a poco metros de la costa".
Del Pino afirma que la instalación de las jaulas "va muy deprisa", y que hay previstas 45 con el objetivo de producir unas 3.000 toneladas de pescado al año. "Desde nuestro punto de vista, el impacto ambiental va a ser muy importante", dice.
La respuesta de Conselleria por el momento ha sido desplazar las jaulas algunos metros dentro del mar, con el objetivo de buscar una profundidad de 40 metros y evitar la posidonia y las especies vulnerables. Pero eso no quita que "la familia pesquera del pueblo esté muy preocupada", afirma el edil.
La posibilidad del contencioso
El recurso que ha planteado el Ayuntamiento de Calpe contra la ampliación de la piscifactoría asegura que no ha habido "una adecuada exposición pública del proyecto" y que no se ha contado con la opinión de los expertos, como el Instituto de Ecología Marina de Alicante. "Ni siquiera les han consultado", afirma el responsable de Urbanismo.
También incide en que la respuesta del informe ambiental de la Conselleria "está fuera de plazo", así como que "no se han presentado alternativas" al proyecto. Finalmente, asegura que el impacto económico de la medida en el turismo de Calpe podría ser "de unos 450 millones de euros, una ruina para nuestro principal sector económico".
Del Pino se queja de que la Administración autonómica "no ha contactado en ningún momento" y que el avance del proyecto parece ya imparable. Por eso pide que los trabajos "se paren hasta que los tribunales los pronuncien". También adelanta que, en caso "bastante probable" de que se rechace el recurso, el Ayuntamiento presentará un contencioso-administrativo en los tribunales.
Respecto a la postura política del Ayuntamiento, por el momento parece bastante unánime, y está alineada también con la de los ecologistas.
En una reciente manifestación, Richard Barreno, de Ecologistas en Acción y miembro de la Junta Rectora del Parque Natural de Serra Gelada, recordó que "un 17,4 % del pienso que alimenta a los peces de la piscifactoría es antibiótico, y esos antibióticos llegan al mar y a otras especies. Estas instalaciones, de las que Avramar quiere crear un monopolio, tienen efectos ambientales y económicos y no tienen límite de ampliación".