Un agente de Policía trabajando en detectar fraudes en una web de contactos, en imagen de archivo.

Un agente de Policía trabajando en detectar fraudes en una web de contactos, en imagen de archivo. EFE

Alicante

Cae una red criminal que se dedicaba a extorsionar a usuarios de páginas de contactos en Valencia

Se ponían en contacto con las víctimas y les exigían una compensación económica a cambio de no revelar información. 

28 mayo, 2023 13:03
Alicante

La Policía Nacional ha desarticulado un grupo criminal dedicado a extorsionar a usuarios de páginas de contactos, ha detenido a 30 personas y ha localizado en Valencia el piso desde donde operaba la organización criminal.

Según informa la Policía, el importe de lo defraudado supera los 180.000 euros, hay víctimas en diferentes puntos de la geografía española y se han esclarecido 67 denuncias.

Los agentes han intervenido 24 teléfonos móviles, 8 tarjetas bancarias, diversa documentación, 44 tarjetas SIM, una pistola de proyectiles de goma y una pistola municionada.

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Las detenciones se han producido en la ciudad de Valencia y en la provincia después de unas investigaciones que comenzaron el pasado mes de junio tras tener conocimiento los agentes que las víctimas accedían a través internet a anuncios falsos de contratación de servicios sexuales, colgados en la red por la propia organización criminal.

Las víctimas recibían a continuación mensajes por medio de una aplicación de mensajería instantánea, en los que el supuesto jefe de las prostitutas les recriminaba haberles hecho perder el tiempo y exigía una cantidad de dinero como compensación, amenazándoles con causarles problemas de no hacerlo.

Por temor a que sus allegados supiesen que habían contactado con prostitutas o atemorizados porque su vida corriese peligro, las víctimas accedían al pago de la cantidad exigida, pero los autores de la extorsión continuaban reclamándoles más dinero, a fin de obtener el máximo beneficio económico.

El grupo criminal estaba perfectamente estructurado, con funciones claramente diferenciadas entre sus miembros que desempeñaban con el objetivo de extorsionar a sus víctimas mediante amenazas. En el escalón más bajo de la organización, se encontraban los llamados "muleros", aquellos que a cambio de cierta compensación económica prestaban sus cuentas bancarias para recibir el dinero procedente de las extorsiones o se encargaban de contratar los números de teléfono desde los que enviaban los mensajes a las víctimas.

En un segundo escalón, se situaban quienes realizan las llamadas o enviaban los mensajes amenazantes. Por otro lado, estaban otras personas encargadas de controlar a los "muleros".

En la cúspide de la organización criminal se encontraban los dirigentes de la misma. Estos cabecillas, además, no dudaban en agredir y amenazar de muerte a los "muleros" cuando no obtenían el dinero procedente de las extorsiones, según explicaron las mismas fuentes en el comunicado. Por ello, a estos se les imputa también los delitos de detención ilegal y lesiones.