Cárcel por herir a su vecino en Alcoy: logró esquivar las puñaladas mortales pero su mujer recibió tres puñetazos

La Sección Tercera de la Audiencia de Alicante ha condenado a dos años de prisión a un hombre por agredir con un cuchillo a su vecino, que resultó herido en un brazo, una mano y un dedo, y propinar tres puñetazos en la mandíbula a la mujer de la víctima porque le recriminó lo que había hecho, según la sentencia facilitada este miércoles por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV).

Según la resolución judicial, contra la que cabe interponer un recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del TSJCV, los hechos sucedieron sobre las 17 horas del 16 de julio de 2020, cuando el acusado estaba en el rellano de su domicilio, ubicado en Alcoy, y la pareja bajaba por la escalera de la finca.

El proceso empezó a discutir con su vecino y se metió luego en su vivienda, de donde salió con un cuchillo en la mano para abalanzarse sobre la víctima, a quien trató de clavarle en el pecho.

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Sin embargo, el hombre logró esquivar el ataque, al hacerse a un lado, aunque resultó alcanzado en el brazo izquierdo, momento en que aprovechó para coger un palo de escoba que había en el suelo del rellano y con el mismo golpear al procesado en las manos para que soltara el arma blanca, cosa que logró a pesar de que su agresor intentó pincharle.

El fallo relata que el acusado consiguió recuperar el cuchillo y trató de clavárselo de nuevo a su vecino en el costado izquierdo, si bien éste lo evitó al agarrar el arma blanca con las manos.

Entonces, ambos forcejearon y el procesado pretendió apuñalar en el costado derecho a su víctima, quien esquivó el ataque al coger el cuchillo con la mano derecha y, pese a sangrar abundantemente, se zafó de su agresor.

En ese momento, la mujer de la víctima, que se había apartado a un lado ante el temor que sintió por la violencia del ataque del procesado a su marido, le recriminó lo que había hecho. Como respuesta, el acusado le propinó tres puñetazos en la mandíbula.

El tribunal considerado que el procesado es autor de un delito de lesiones y de un delito leve de lesiones. Por el primero le condena a dos años de cárcel y le prohíbe aproximarse a su vecino a una distancia inferior a 300 metros, así como acercarse a su domicilio, a su trabajo o a cualquier lugar que sea frecuentado por él.

También le impone la prohibición de establecer con el mismo contacto escrito, verbal o visual directo o indirectamente por un tiempo de cinco años a través de cualquier medio de comunicación informático o telemático.

Por el delito leve de lesiones, el procesado ha sido condenado a la pena de un mes de multa, a razón de seis euros diarios, con responsabilidad personal subsidiaria, en caso de impago, de un día de privación de libertad por cada dos cuotas de multa no satisfechas.

Además, en concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar al hombre con 5.650 euros por las heridas causadas y con 5.000 euros por el perjuicio estético, y a la mujer con 120 euros por las lesiones infligidas.