La salida de Vox del Gobierno de la Generalitat después de que Santiago Abascal decidiera romper todos los pactos autonómicos con el PP replantea la estructura de la formación en la Comunitat Valenciana. Como resaltan desde la provincia de Alicante: "Había más madrileños en el Gobierno de la Generalitat Valenciana que alicantinos".

Al iniciar este 2024 Vox formalizaba la caída de la síndica Ana Vega, de Alicante, para dar su puesto a José María Llanos. Con ella se fulminaba la presencia de las comarcas del sur en el poder. Sin una estructura orgánica propia autonómica, los 23 altos cargos ejercían de esta forma, según señalan los críticos desde Alicante.

El único representante en el Consell por parte de Vox y llegado del sur era Eduardo Luís Ruiz Navarro, secretario autonómico de Justicia hasta este jueves. Ahora, tras romper el pacto, vuelven a tomar protagonismo las estructuras provinciales. Y con eso recuerdan los desequilibrios que se habían mantenido durante este último año.

Un factor en el que los críticos recuerdan el peso que tenía en votos la provincia de Alicante. En las elecciones autonómicas de 2023, el sur aportó 98.819 papeletas sobre las 302.900 de toda la Comunitat Valenciana. Con casi un tercio, solo estaba Ruiz apoyando la cuota provincial. En estas últimas europeas, la proporción seguía siendo la misma: 75.184 sobre los 226.370 de las tres provincias. La sobrerrepresentación de cargos llegados del norte y centro molestaba en el sur.

Pero ¿cómo cambiará esto tras la salida y en el contexto de la fuerte entrada de la agrupación Se acabó la fiesta presidida por Alvise Pérez? Hasta esas voces más críticas de Vox descartan mayores consecuencias. Estas, en realidad, ya se produjeron con la mencionada salida de Vega, alineada con Ortega Smith. Cuando este perdió el cargo en otoño de 2022 para dar paso a Ignacio Garriga, ya se reorganizaron las posiciones para afrontar las pasadas elecciones municipales.

"Al final todos somos leales a unas ideas, que son las que están defendidas con esta salida", recalcan. Eso sí, conceden que "algún traidor se quedará por ahí" en referencia a los altos cargos que se planteen dejar a Abascal para seguir con su trabajo en el nuevo Consell exclusivamente popular. 

Como concluyen, este replanteamiento de la formación quita peso a Castellón y Valencia en las líneas autonómicas porque "al no tener Gobierno ya da igual, volvemos a ser las tres provincias iguales". Sin el poder en la mano, ya no hay una predominancia del norte sobre el sur: "Cada uno en su provincia y Dios en la de todos".