El 9 de diciembre de 2016 moría asesinada María del Carmen Martínez en Alicante. El crimen de la viuda del expresidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, Vicente Sala, sigue sin resolverse casi ocho años después. En el camino, la historia de una millonaria familia destrozada y expuestas todas sus intimidades. Su caso sigue pendiente del Tribunal Constitucional y generando misterio por lo que sucedió.

¿Qué pasó en el lavadero del concesionario Novocar aquel viernes? Esa es la pregunta a la que se ha intentado dar respuesta y que un jurado popular resolvió y después se anuló. Lo que sí se sabe es que María del Carmen había ido sola a recoger su Porsche Cayenne a última hora.

Dos tiros a bocajarro en la cabeza acabaron con su vida.

Según la policía científica, los proyectiles fueron manipulados para reducir la carga de pólvora y no dejar así restos de explosivo en las manos del asesino. En las pruebas todos los trabajadores, incluido el yerno detenido, dan negativo en esos restos.

Y es que desde el principio los familiares de la víctima fueron objeto de investigación tanto por la prensa como por los agentes. Miguel Ángel López, el mencionado yerno, era el gerente de la empresa, casado con Eva Fuensanta Sala, más conocida como Fanny e hija pequeña de la familia Sala.

El informe policial deja claro que Miguel López estaba en el concesionario cuando ocurrió el crimen y se marchó poco después de que María del Carmen muriera. Luego regresó cuando le avisaron.

A pesar de esos indicios, en noviembre de 2019 en el juicio con jurado popular se dictaminó que el único procesado era "no culpable". Una sentencia que el Tribunal Supremo decidió anular otros tres años después, en mayo de 2022.

Otra prueba más que se sumaba a lo que llegó compararse con los culebrones de familias millonarias de la televisión de los 80. Titulares en prensa, declaraciones y hasta publicaciones en Instagram fueron revelando los detalles más íntimos de la familia.

Y es que los Sala tenían muchos de esos elementos. Para empezar, el éxito en sus negocios familiares se estimaba en 120 millones de euros, para seguir porque el barco en el que navegaba el rey Felipe VI estaba patrocinado por la CAM, la caja de ahorros que dirigía Vicente Sala, el padre de familia.

Disputas en el negocio

La gestión de los negocios, como se fue viendo durante el juicio y durante las investigaciones previas, fue motivo de muchos enfrentamientos. Así se destacó que María del Carmen quería que su único hijo varón y muy especialmente en la voluntad de la víctima de traspasar su "acción de oro" a su hijo Vicente, algo que le habría dado el control de las empresas en detrimento de sus hermanas María del Mar, María Antonia y Fanny.

Cada paso dado en los negocios fue presentado y repasado desde el momento en que se descubrió el crimen. Y eso dio para mucho. En el mismo juicio se dejaron claras las diferencias entre el hermano mayor, que ejercía la acusación particular, con las tres hermanas y sus cónyuges, donde estaba el único encausado: Miguel.

La defensa de López había basado su estrategia (con éxito) en convencer al tribunal de que no se puede constituir un veredicto de culpabilidad sin pruebas directas, independientemente de que exista un abultado sumario lleno de pruebas indiciarias contra el acusado.