El ejemplo de solidaridad de los chinos de Alicante tras la DANA: 50.000 euros y toneladas de ayuda
- Como ya hizo en la pandemia, la Asociación para la Integración y Asistencia China de Levante se ha volcado con los afectados en Valencia.
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La comunidad china no ha hecho más que crecer en la provincia de Alicante, que ha pasado de contar con 1.000 ciudadanos chinos a 10.000 en 25 años, y ya son parte de su riqueza multicultural. Trabajo, esfuerzo y respeto son algunas de sus principales características, a lo que se añade una gran solidaridad.
No hace mucho ruido, pero son unos alicantinos de 10. Su sentimiento de pertenencia al territorio es total y, ante las dificultades de sus vecinos, no dudan en ofrecer una mano amiga.
La última muestra de esta solidaridad ha ocurrido tras la devastadora DANA que ha dejado más de 220 fallecidos. El abogado y asesor de la Asociación para la Integración y Asistencia China de Levante, José Miguel Lledó, explica que el desastre les dejó "tan afectados como a nosotros. Muchos de ellos tienen familia allí: hermanos, sobrinos o primos que están viviendo en Valencia y en los pueblos".
Desde la asociación, con sede en Elche, se envió "lejía, detergentes y productos de limpieza, botas, mangueras, palés llenos de botellas de agua, cascos, palas, productos sanitarios y hasta cocinas portátiles con hornillos de gas para cocinar", enumera el asesor.
Lledó explica que, al principio, enviaron ayuda de manera individual con productos de sus propios bazares y tiendas; incluso miembros aportaron material desde Italia. Posteriormente, la asociación coordinó la ayuda y logró reunir donaciones de compatriotas que enviaron asistencia desde toda España.
La ayuda no se quedó ahí. Esta asociación, de unos 300 miembros, logró reunir 18.000 euros en una primera colecta y 30.000 en una segunda que se destinaron a las víctimas de las inundaciones.
El asesor comenta que esta gran capacidad solidaria se debe a su propia forma de ser y a la unidad de la asociación. "Costó poquísimo que ayudaran, tienen muchos valores y van todos a una", destaca.
Este arraigo se debe, en parte, a que los primeros migrantes que llegaron hace entre 30 y 40 años ya han formado sus familias en la Comunitat Valenciana, y muchos de sus hijos hablan valenciano antes que el propio chino.
Su capacidad de esfuerzo contrasta con sus carencias comunicativas, ya que "no saben vender todo lo que hacen por la sociedad". No se trata de competir con otros colectivos sobre quién ayuda más o menos, sino de reconocer el compromiso de una parte cada vez más grande de la población que, aunque quizá les cueste integrarse más que a otras nacionalidades, se vuelca como la que más en las horas más oscuras.
Pandemia y donaciones
Uno de los mayores ejemplos de esta solidaridad se produjo durante la pandemia. Desde la asociación se hicieron importantes donaciones de mascarillas y EPIs en tiempo récord, lo que permitió a la Policía Nacional y la Guardia Civil estar protegidos durante semanas antes de que llegara el material necesario.
En poco tiempo juntaron 40.000 euros para comprar material y ayudar a superar la crisis sanitaria, explicaba la secretaria del colectivo, Yuefeng Anny (Ani en español), en una entrevista con este diario.
Pero no solo están en las grandes crisis, también en los problemas invisibles que no acaparan los focos. Lledó resalta que se han volcado en otras causas benéficas en los últimos años.
Una de las más recientes fue en el pasado mes de enero, cuando donaron un cheque de 20.000 euros a la federación Cocemfe de Alicante para ayudar a personas con discapacidad psíquica.