La planta de secado de Alicante convierte 300.000 toneladas de lodos en combustible para cemento
Su uso como combustible ha evitado la emisión de 120.000 toneladas de CO2 a la atmósfera en los últimos diez años.
22 febrero, 2022 11:27Noticias relacionadas
Alrededor de 300.000 toneladas de lodos procedentes de las aguas residuales de Alicante es lo que ha conseguido tranformar en combustible la planta de secado de lodos en sus primeros diez años de vida. Esta infraestructura, impulsada por Epsar, Aguas de Alicante y Cemex, es un proyecto pionero en España y Europa, donde se ha convertido en referente de la economía circular y la reducción de la huella de carbono.
La instalación, que se ubica junto a la fábrica de cemento de CEMEX en Alicante, cuenta con dos túneles térmicos donde seca el lodo, convirtiéndose en un combustible apto para el proceso de fabricación de cemento. Todo ello, sin consumir ningún tipo de energía calórica más que la que desprende el horno en su propio proceso de fabricación.
En este sentido, el proceso de valorización (uso de los lodos secos como combustible en el horno cementero) ha posibilitado que estas 300.000 toneladas de fangos sean reutilizadas como combustible de sustitución en el proceso cementero, transformándolos de nuevo en un recurso para otros procesos industriales y evitando, en última instancia, su depósito en vertedero, así como la emisión de 120.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.
La planta de secado ocupa una superficie de 1.500 metros cuadrados y su puesta en marcha supuso una inversión de 12,5 millones de euros. Su funcionamiento permite condensar una media de 12 metros cúbicos por hora de agua procedente de los lodos y cuenta con medidas correctoras para evitar la propagación de olores.
Proyecto sostenible
La planta de secado es el destino preferente de los lodos generados en las depuradoras de Alicante, EDAR Rincón de León y EDAR Monte Orgegia, gestionadas por Aguas de Alicante; además, recibe lodos de otras depuradoras de la provincia como son Campello, Benidorm, Torrevieja, Orihuela, Ibi y otras.
Javier Diez, director general de Aguas de Alicante, ha destacado que "la planta de secado térmico es un proyecto avanzado e innovador y ejemplo de gestión avanzada en el ciclo integral del agua. Su funcionamiento supone una alternativa sostenible y transformadora de la gestión de residuos, ya que convierte los lodos en un recurso energético, contribuyendo, a su vez, a la disminución de la huella de carbono tanto en el proceso de tratamiento de las aguas residuales, como en la fabricación de cemento".
Del total de lodos que se producen en estas depuradoras, más del 60% se deriva a la planta de secado de lodos, lo que permite un tratamiento final distinto a la aplicación agrícola o el depósito en vertedero y cerrar así el círculo de este residuo convirtiéndolo en energía.
Según apunta Diez, "para Aguas de Alicante y, de acuerdo con su compromiso con los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible, es prioritario aportar soluciones que reduzcan la huella medioambiental del ciclo integral del agua, donde se incluyen los lodos de depuración. Por ello, a través de la gestión de las instalaciones de secado térmico contribuimos activamente tanto desde el punto de vista social, como ambiental y tecnológico, a la transformación necesaria para lograr un cambio de paradigma en el desarrollo de nuestra actividad".
El lodo es el producto que resulta de extraer y concentrar la contaminación orgánica de las aguas residuales durante el tratamiento de depuración; con este proceso, Aguas de Alicante da una segunda vida al agua para su reutilización o para su vuelta al medio en las mejores condiciones.
Lodos: fuente de energía
Por todo ello, la planta de secado de lodos se ha convertido en un hito de sostenibilidad y un referente tecnológico a nivel nacional e internacional. "La instalación cierra el círculo de los residuos que generan las aguas procedentes del consumo humano, al permitir utilizar como combustible una parte de lodos generados en la provincia de Alicante, y, además, sin coste de energía calórica adicional”, ha señalado Oscar Nasarre, director de la fábrica de CEMEX en Alicante.
"Con este proceso hemos evitado en fábrica el consumo de 35.000 toneladas de combustibles fósiles (coque), al tiempo que reducimos las emisiones de CO2 y nos permite colaborar con la sociedad alicantina, gestionando un residuo que se genera en el tratamiento de las aguas residuales de la provincia", ha añadido. En estos 10 años los lodos secos han supuesto de media alrededor del 4,5% del total de combustibles utilizados en la fábrica. Así, según ha detallado Nasarre, "el consumo de lodos en el horno cementero junto a otros combustibles alternativos - la mayoría de ellos biomasa y derivados de residuos ¿? tratados y procesados para este uso - han evitado unas 800.000 toneladas de emisiones en CO2 a la atmósfera en los últimos diez años".
En la actualidad en la planta de Alicante más de la mitad de los combustibles son alternativos, lo que contribuye a evitar gran parte de las emisiones que producen los combustibles fósiles, así como a alcanzar el objetivo de Acción Climática CEMEX, que tiene como meta reducir un 55% las emisiones de CO2 para 2030 y la descarbonización de las operaciones de cemento, buscando lograr ofrecer hormigón con cero emisiones netas de CO2 para 2050. CEMEX cumple así con su objetivo medioambiental prioritario: reduciendo las emisiones de CO2 utilizando los combustibles alternativos permitidos en el marco de su Autorización Ambiental Integrada.