Alicante espera una "importante participación" en la romería de Santa Faz, que tendrá lugar el próximo 28 de abril. Así lo ha resaltado el alcalde de la ciudad, Luis Barcala, ante el pronóstico de lluvias del próximo jueves, sobre todo durante las horas principales.
Barcala ha hecho estas declaraciones durante la Prueba de Llaves de la hornacina del Monasterio de Santa Faz donde, según la tradición cristiana, se guarda uno de los fragmentos del paño de la Verónica con el que enjugó el rostro de Jesús en su camino al monte Calvario.
“Resulta curioso que antaño se sacara a la Santa Faz en romería para pedir lluvia en tiempos de sequía. Y ahora estemos pidiendo que no llueva demasiado ese día. No obstante, hay muchas ganas de volver a peregrinar, después de dos años sin poder hacerlo como es tradición. Ésta, como ha dicho el capellán, tiene que ser la romería de la esperanza”, ha dicho el regidor.
El protocolario acto de la Prueba de Llaves, siguiendo una tradición que data del siglo XVII, se ha desarrollado en el camarín del monasterio. El concejal síndico, Antonio Peral, ha podido comprobar que el torno del tabernáculo donde está situado gira perfectamente y que las luces del camarín han sido renovadas, en sendas iniciativas de la Concejalía de Infraestructuras, que dirige José Ramón González, según un comunicado del ayuntamiento.
Peral ha abierto la hornacina con las dos llaves que están en posesión del Ayuntamiento. Las otras dos, que guardan las Monjas Canónigas Regulares Lateranenses de San Agustín, han sido entregadas al capellán José Luis Casanova para la apertura. Todo ello, en presencia del secretario general del Pleno en funciones, Francisco Joaquín Montava, quien ha levantado acta del momento.
La romería a la Santa Faz es una de las peregrinaciones más concurridas de las que se celebran en España. Discurre entre la Concatedral de San Nicolás, en el centro de la ciudad de Alicante, y el Monasterio de Santa Faz, en la pedanía del mismo nombre. Su origen se remonta a 1489 cuando las autoridades eclesiásticas acordaron sacar el lienzo en rogativa pedir lluvia ante el episodio de sequía que azotaba a la ciudad.
Seguridad en la romería
Casi mil efectivos velarán por garantizar la seguridad durante la romería al Monasterio de Santa Faz, una multitudinaria peregrinación que suele reunir a más de 200.000 personas.
La subdelegada del Gobierno en la provincia de Alicante, Araceli Poblador, ha presidido este lunes una reunión con fuerzas de seguridad, administraciones e instituciones implicadas para coordinar los diferentes dispositivos que se pondrán en marcha con objeto de garantizar la seguridad de las miles de personas que participan en la romería a la Santa Faz.
Poblador ha destacado el esfuerzo que realizarán las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el resto de administraciones e instituciones implicadas, que se volcarán por conseguir que la Peregrina sea una jornada festiva y segura para toda la ciudadanía que quiera participar en ella.
En concreto, según han informado fuentes de la Subdelegación del Gobierno, la Policía Nacional movilizará en torno a 183 efectivos, entre la Unidad de Caballería, el equipo TEDAX, las guías caninos, las unidades de Prevención y Reacción, y el Grupo Operativo de Respuesta, además de un helicóptero de vigilancia y un dron.
También se activará un sistema de detección e inhibición de drones y la Policía Nacional intensificará su vigilancia en la ciudad de Alicante para neutralizar posibles actos delictivos sobre los bienes aprovechando la concentración de personas en la romería.
A su vez, la Guardia Civil dispondrá de 216 agentes de diferentes especialidades, como Seguridad Ciudadana, Subsector de Tráfico, Seprona, Servicio aéreo, GEDEX, Grupo de Información, Equipo Pegaso y Equipo Cinológico.
Estas dotaciones se verán reforzadas con la Unidad Adscrita de la Policía Nacional (Policía Autonómica) y un nutrido grupo de agentes de las policías locales de los municipios de Alicante, Sant Joan d´Alacant y El Campello.
Como ya ocurriera en 2019, habrá dispositivos especiales para evitar el consumo de alcohol entre los jóvenes, poniendo a disposición de los mismos diversas actividades lúdicas, culturales y deportivas, sobre todo en la zona de la Playa de San Juan, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno.