
A la izquierda: Ross Hughes (cuñado del fallecido), Alannah Osman (hermana) y Lee Evans (hermano) en Benidorm. A la derecha, Nathan.
La tragedia de Nathan, su familia busca a sus asesinos en Benidorm tras 'caer' 150 metros: "Le robaron y mataron"
Los galeses llegan a la Costa Blanca para investigar el fallecimiento de su familiar, quien apareció muerto tras una noche de fiesta en septiembre.
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Los Osman no han viajado a Benidorm por turismo como los miles de británicos que llegan cada día a la ciudad, lo han hecho casi por obligación. Como si supiera del motivo de su llegada, el sol tampoco ha brillado durante la estancia de los galeses, que no tienen nada que celebrar. Las nubes y la lluvia han acompañado a los familiares de Nathan en la búsqueda de respuestas para el posible asesinato de su hermano.
Nathan Jon Osman tenía 30 años, dos trabajos, una casa en Gales y una bonita familia con cuatro hijos. Lo tuvo todo hasta que el 28 de septiembre apareció su cadáver en las rocas bajo un acantilado de 150 metros en la Sierra Helada de Benidorm tras una noche de fiesta.
Su hermano, Lee Evans; su hermana, Alannah Osman; y el marido de esta, Ross Hughes, cuentan en la cafetería de su hotel a EL ESPAÑOL de Alicante que han llegado a la Costa Blanca para buscar respuestas y reabrir el caso.
"Nuestros padres están tan afectados que no han podido venir; no paran de llorar", señala Alannah. La hermana de Nathan explica que su hermano era "muy buena persona, trabajador y muy familiar" y que no tenía nada que ver con otros británicos que llegan a Benidorm para exprimir la noche.
"Había hecho viajes con sus hijos, pero esta era la primera vez que se iba con sus amigos", comenta. El galés, ingeniero de profesión, desapareció de camino a su hotel misteriosamente tras haber pasado el día disfrutando del sol de Benidorm y haber tomado unas copas en la zona de bares.
La Policía Nacional cerró el caso y trató su fallecimiento como una muerte accidental o un suicidio, algo inexplicable para la familia, que se pregunta cómo pudo un extranjero caminar los 40 minutos que hay hasta la Sierra Helada y subir sobre las 05:00 h de la mañana hasta el punto donde supuestamente se precipitó.

Nathan (izquierda) junto a sus amigos en el club Red Lion. Cedida.
Otro interrogante es por qué no portaba sus tarjetas bancarias y por qué intentaron utilizarse en un supermercado horas después de su muerte. ¿Qué implicación tiene una prostituta que le agarraba insistentemente del brazo mientras estaba en videollamada con un amigo de camino al hotel?
Posible crimen
Para ellos es imposible que haya sido un suicidio o un accidente porque "sus amigos lo vieron feliz, estaba hablando con sus hijos por videollamada a la mañana, nos pasaba fotos por el grupo de la familia. Estaba muy feliz", asegura Alannah.
Desde su perspectiva, lo llevaron allí y lo asesinaron por su dinero y sus pertenencias. Una cámara de seguridad captó cómo Nathan iba por el Paseo Marítimo de Benidorm justo en la dirección contraria a la de su hotel.

Alannah escribiendo una carta para la Oficina de asistencia a la víctima del delito de Alicante. Cedida
"Creemos que se equivocó de lado y, al darse cuenta, intentó coger un taxi porque estaba muy lejos de su hotel. Su imagen desaparece y pensamos que se metió en un callejón donde creyó coger un taxi que resultó no serlo", opina el hermano.
Su hipótesis es que lo vieron solo, desorientado y bien vestido, y aprovecharon la ocasión. "Nuestra postura es que lo llevaron hasta arriba de la Sierra Helada para robarle y lo mataron, pero no podemos asegurar si fue asesinado antes de lanzarlo por el acantilado", manifiesta Lee.
Pruebas
Todas esas incógnitas se las trasladaron a la Policía Nacional junto a una carta que les entregaron en mano a los agentes en la comisaría la semana pasada. También entregaron el escrito en los juzgados y en la Oficina de asistencia a la víctima del delito.
Lee resalta que vinieron "con una carpeta con todas las pruebas, los mensajes de ese día, una traductora para poder comunicarnos e imágenes e información de contexto para que vieran qué tipo de persona era".

El hermano de la víctima en el Palau de la Justicia de Benidorm. Cedida
Al principio costó, pero gracias a su insistencia y a la gran cantidad de evidencias que portaban, la Policía reabrió el caso al comprobar que no era un accidente de un borracho que había venido a desfasar, sino que todo apuntaba a un crimen. "Les enseñamos cómo era su vida y vieron que era un padre de familia que nunca había tenido ni un solo problema con la policía en toda su vida", añade su hermana.
Cuando ya iban de camino al aeropuerto, un correo electrónico llegó a sus teléfonos. Era un mensaje del Palau de la Justicia de Benidorm en el que accedían a reunirse con ellos.
Dieron la vuelta y al día siguiente mostraron todas las pruebas en los juzgados, resultando en la apertura de una investigación al darse cuenta de los errores cometidos para comprobar las cámaras de seguridad y todas las pistas posibles. "Hemos cumplido el objetivo de nuestro viaje: reabrir el caso para hallar nuevas pistas y encontrar respuestas", sostiene Lee, quien agradece enormemente en nombre de toda la familia la colaboración y el trabajo de la Policía Nacional y de los juzgados al recibirlos.
Dolor y esperanza
El drama de los Osman los mantiene en una pesadilla que viven con ojos abiertos y frustración. La tranquila familia muestra imágenes de Nathan con sus sobrinos e hijos y a duras penas aguantan las lágrimas al recordar a su hermano pequeño.
Las vidas de estos galeses se han "pausado" desde aquel fatídico día en el que recibieron la noticia. Todos los problemas que tenían desaparecieron de inmediato para centrar sus esfuerzos en resolver el crimen.
Alannah expresa el deseo de todos. "Quiero poder mirar a los hijos de mi hermano cuando sean mayores y decirles que lo intentamos todo. Si no lo intentamos, no podemos vivir con ello. No podemos descansar hasta encontrar respuestas".