¿Podrá Felipe VI subir por la escalinata real del Puerto de Alicante como su bisabuelo Alfonso XIII?
El acceso desde el mar que se creó expresamente para los monarcas se tapó durante el franquismo al reformar el paseo, ahora reclaman su vuelta.
27 agosto, 2021 01:36Noticias relacionadas
El 14 de abril de 1905 el rey Alfonso XIII visitaba por primera vez Alicante. Aquella mañana llegó en su yate Giralda a la ciudad. Miles de personas esperaban expectantes su llegada. En las imágenes de la época se le acercarse en un pequeño bote a una pequeña pasarela de madera construida para la ocasión. ¿Podía una ciudad con aspiraciones recibir así a un monarca? Así nació la escalinata real del Puerto, luego desaparecida y de la que ahora se pide su recuperación.
La visita de un rey a Alicante tenía un gran impacto en la ciudad. Cuando su abuela Isabel II lo hizo en 1858 venía a marcar la entrada en la modernidad de la ciudad al hacerlo en ferrocarril. Con aquel viaje se convertía en la primera ciudad marítima que estaba conectada con la capital del Estado de este modo. ¿Cómo podía seguir recibiéndose a la realeza cincuenta años después con una construcción de madera desmontable?
"Quedaba muy cutre", explica risueño Alfredo Campello, miembro de la asociación Alicante Vivo, sobre la solución que se mantenía hasta entonces en una ciudad que se preciaba de su fachada marítima. Ahora pide que se recupere la que se conoció como escalinata real, construida entre 1905 y 1908.
Fue en enero de 1909, en la segunda visita del rey a la ciudad, en la que ya se sabe que este pudo llegar a la que se convirtió en una amplia entrada al actual paseo de los Mártires de la Libertad. Y, como puntualiza Campello, esta no tiene nada que ver con la que actualmente se conoce como escalinata de la reina, "en realidad es la escalinata para viajeros".
Una gran entrada
En la amplia escalinata que se construyó, rematada con dos hermosas farolas modernistas con cinco luces cada una, se podía desplegar una alfombra. Así se podía recibir con mayor elegancia a una barcaza de la que descendía el rey para visitar, entre otras cosas, la refinería La Británica, que presumía de ofrecer un petróleo calidad superior, como apunta David Beltrá. Otra vez, la apuesta por la promoción de la tecnología como base de una visita real.
En febrero de 1911, en su tercera y última visita a Alicante, la escalinata le permitía dirigirse de nuevo a su yate Giralda, donde pasó la noche para el 12 de febrero acudir a la colocación de la primera piedra del que sería el Mercado Central. Por cierto, aunque fue entonces cuando se realizó ese gesto, no fue hasta cuatro años más tarde que empezaron las obras y en 1921, una década después, que se inauguró.
Alfonso XIII fue el último rey que pisó la escalinata real.
La deseada puerta de entrada al paseo de la ciudad se decidió tapar medio siglo después. Con la expansión urbanística asociada al temprano desarrollo del turismo, Alicante decidió remodelar la estampa que ofrecía a los visitantes. Era 1965 y el Gobierno municipal de Fernando Flores ejecutó las obras en las que se sepultaba esa escalinata.
Atrás quedaban las peticiones que el año anterior, al saberse el proyecto, se realizaron para que esta se salvaguardara. Alfredo Campello destaca el papel de Francisco Bas, quien a través de sus artículos pidió que esta no se ocultara sino que se recolocara en la nueva línea de costa que se construyó.
¿Puede ahora que se reformará el paseo del Puerto revertirse aquella polémica decisión? Desde Alicante Vivo creen que sí. "Pedimos que se realicen catas para localizar la escalera, rescatarla y reconstruirla en la nueva alineación del Paseo de los Mártires de la Libertad". No sería la única ciudad que intenta revertir esta clase de cambios. En Valencia se confirmó en 2017 que la escalinata real se encontraba al parecer intacta bajo el hormigón.
Si esta se puede recuperar, Campello calcula que debe estar unos seis o siete metros al interior de la línea de costa, sería un hito para la ciudad que presumía en 2019 de ser Capital de la Memoria. El responsable de Alicante Vivo lo cree posible. En parte porque ya se hizo en su momento con la mencionada escalinata de viajeros que se trasladó a la plaza triangular de Francisco Tomás y Valiente. "No es construir algo de cero, es sacarla a línea a costa", concluye.