Un magnífico aquelarre desde el comienzo, sin preámbulos amables, puso en tensa expectación al público la tarde de viernes 13, propensa a aciagas supersticiones, la varita mágica del maestro Josep Vicent, que confirma en cada actuación estar en posesión de una personalísima y única "poción mágica" para alcanzar cotas sonoras de extraordinaria expresividad y espectacularidad.

El poema sinfónico "Una noche en el Monte Pelado" del díscolo y genial M. Mussorgsky, nunca deja indiferente al oyente. Su comienzo de inquietantes vibraciones, seguido de la explosión de los metales en todo su poder, subyuga y arrebata al corazón más calmado. Y esta es la gran baza con la que juega, dominando siempre la partida, el gran Josep Vicent, sabedor de tener en sus manos un instrumento que, no sólo jamás le falla, sino que, entra en éxtasis interpretativo junto con él.

La orquestación que Rimsky-Korsakov realizó para la obra de su gran amigo parece haber sido escrita especialmente en lucimiento de ADDA Simfònica, y el don que posee su batuta para calibrar, de manera perfectamente medida, el peso y el volumen de cada una de las secciones y resaltar el protagonismo de las diferentes relaciones tímbricas que la partitura presenta. Por este motivo, quizás, el maestro optó por revisar y transformar su tradicional formación alemana, por la clásica, consiguiendo dar más presencia y profundidad a los graves, al colocar los contrabajos unidos y en el exterior. El resultado fue una flecha directa al centro de la diana.

[Un extraterrestre en el ADDA]

La velada dio un giro de 180º con un sorprendente cambio de estilo en la segunda obra del concierto, algo que no suele ser habitual en la forma de programar de esa mente luminiscente, ya que, generalmente, propone diferentes obras guiado por cierta uniformidad estilística, temporal, conceptual o metafísica.

Continuando con su homenaje a Chick Corea, compositor contemporáneo de exquisito lenguaje jazzístico, por el que Josep Vicent siente especial devoción, el auditorio disfrutó con el 'Concierto para Trombón y orquesta', de la mano del gran solista de la New York Philarmonic Joseph Alessi. La obra estrenada recientemente en Nueva York por la citada orquesta y su solista, fue la última composición de su autor, por ello tenía un gran valor sentimental para la totalidad de los músicos a los que se les vio disfrutar enormemente con los ritmos trepidantes de esta composición. Mención merece, por enésima vez, la sección de Percusión, donde Salvador Soler, Adrián García, Rafa Mayans y Joan Tejada desplegaron todos sus recursos en ese amplio abanico de efectos rítmico-sonoros de los que son dueños con un dominio incomparable, que los ha llevado a ser considerados "la Percusión orquestal por excelencia".

No olvidemos que Josep Vicent fue aclamado como el mejor percusionista de Europa y siempre vislumbró en su proyecto de orquesta contar con una sección rítmica del más alto nivel.

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Y el gran colofón final, en el que todo el patio de butacas se abrasó en la hoguera de las pasiones, vino de un espectáculo novedoso en el Auditorio de Alicante. La proyección cinematográfica poniendo imagen a una de las cúspides más altas de la Música del siglo XX "El pájaro de fuego" del inigualable Igor Stravinsky, máxima autoridad, por sus inagotables y novedosas creaciones rítmicas, fuente de escándalos en cada estreno, que llevó a la danza a un avance y desarrollo meteórico del que el ballet contemporáneo aún le es deudor.

La frase "Una imagen vale más que mil palabras" pudiera ser cierta si nos ceñimos al ámbito literario, pero, el sentir unánime de los presentes, podemos resumirlo y sentenciarlo: "Una imagen NO pudo con Josep Vicent y los acordes de Stravinsky". A pesar del magnetismo que desprendía la pantalla, narrando una historia verdaderamente conmovedora, de gran efecto visual, el alcance ignífero que adquirió la música fue de tal fulgor que dejó en segundo plano todo lo demás, convirtiéndolo en mero accesorio.

Difícilmente podrá superarse la versión inmoladora que ofreció a la purificación por fuego ADDA Sinfónica arrastrados por un "brujo" que hace tiempo dejó de ser "aprendiz" para convertirse en gran maestro de la alquimia musical.

[En el ADDA Simfònica de Alicante la mano que mece la cuna nunca es baladí]

Ficha

ADDA·Sinfónica. Trombón: Joseph Alessi, director: Josep Vicent

13 de octubre, 20h horas.

Mussorgsk, Una Noche en el Monte Pelado; Chick Corea, Concierto para trombón y orquesta y Stravinsky, El Pájaro de Fuego (1945).