Alicante

Más allá del banquillo, el repunte del Elche también debe analizarse desde el césped, donde han ganado protagonismo varios jugadores en los últimos meses. Entre ellos Gerard Gumbau (Campllong, Girona, 1994), quien ha pasado de tener un rol secundario a convertirse en uno de los pilares franjiverdes. El catalán habla como juega, con pausa, criterio y contundencia. Está agradecido a su pasado en La Masía, pero afirma que la otra cara del fútbol está lejos de los grandes. Sin perder su ADN, Gumbau defiende que siempre hay que estar en permanente evolución y que un profesional debe saber adaptarse a las exigencias de cada equipo.

¿Se ha pasado ya el enfado por el empate en Madrid o sigue doliendo?

Según pasan los días lo vas valorando más, pero lo hemos hablado en el equipo y somos conscientes de que se nos escapó una oportunidad importante de hacer historia. Es bueno que estemos con rabia por no ganar en Madrid. Eso dice que nos vemos capaces de asaltar y ganar en cualquier campo.

De estar en descenso a tener cinco puntos de margen sobre la línea roja. ¿Qué ha cambiado en las últimas semanas?

Principalmente los resultados. Sabíamos que era cuestión de tiempo porque desde la llegada de Francisco ha cambiado la mentalidad. Ahora tenemos una mentalidad positiva. El Valencia y Barcelona, ante rivales muy buenos, ya estuvimos a punto de sumar y los frutos han acabado llegando. Desde que ha empezado 2022 el equipo está muy unido, comprometido y solidario.

¿Está alterando la paz del vestuario los rumores de entradas y salidas de jugadores en el mercado de invierno?

Yo diría que no. La gente está centrada y comprometida. Quizás lo que más nos afecta es lo del covid, por las bajas que hemos tenido que sufrir.

Gumbau, en imagen de archivo.

En confianza, ¿no están ya hartos de test y de protocolos?

Pues como todos, pero cada uno lo vive de una forma en su profesión. Al final tenemos que convivir con esta pandemia y ser conscientes de que tenemos que tener el máximo cuidado, aunque eso no quita que estemos expuestos al contagio. Lo fundamental es adaptarse a esta situación y tratar de hacerla lo más normal posible.

Escribá es el entrenador que le ficha, pero la llegada de Francisco, con el que ya coincidió en Girona, debió ser para usted la mejor noticia posible.

Sí, estoy muy a gusto con él. Me da mucha confianza. Hemos pasado muchas cosas juntos, también malos momentos, como quedarnos a las puertas del ascenso dos años seguidos. Estoy muy contento porque nos ha traído la mentalidad ganadora.

¿No llegó a ponerse nervioso al principio del curso ante la falta de oportunidades?

No, porque ya sabía que no iba a ser fácil ser titular. Aquí ya había muy buenos jugadores de Primera y yo, además, llegué el último día del mercado, sin que el entrenador me conozca demasiado y con el equipo hecho. Lo importante era en esos momentos demostrar que estaba preparado para cuando necesitara que fuera entrando. Tenía un rol secundario, pero eso es algo que se puede cambiar y con la llegada de Francisco aproveché el momento.

¿Cómo se encuentra ahora?

Muy contento. Ya he dicho que mi ambición es ser importante en este equipo, en Primera, y ayudar al Elche a conseguir los objetivos.

Usted desmonta el mito de que un centrocampista de calidad y con buen pie no puede jugar en un equipo que luche por la salvación. Tras salir de la Masía, ¿le costó adaptarse a las exigencias de sus nuevos equipos?

El modelo del Barça es muy definido, es otro mundo. Tuve la suerte de irme al Leganés, donde conocí la otra cara del fútbol. Aprendí a ser más agresivo, a leer el juego defensivo y también conocí otros modelos y formas de jugar. De ahí salí mejor futbolista, más completo. Un jugador tiene que tener una base de formación, pero es importante que se adapte a lo que le pidan. Los buenos jugadores son los que se adaptan a cualquier situación y no dejan de crecer.

Volvamos al Elche. El equipo ha empezado 2022 lanzado. ¿Aún mantiene que el objetivo es una permanencia plácida o se puede soñar con algo más?

Ya sabemos que el fútbol es resultadista. Si ganas dos partidos parece que está todo hecho, pero si los pierdes todos somos malos. En el vestuario sabemos perfectamente cuál es el objetivo y que estamos en una dinámica excelente para conseguirlo. Pero aún no lo hemos logrado, por lo que no pensamos en otra cosa que dar un paso más en el próximo partido.

La próxima jornada, ante el Deportivo Alavés, puede ser una de esas que definen una temporada, sobre todo si el Elche es capaz de ganar.

Es muy importante. Primero porque juegas en casa y un equipo como el Elche tiene que hacerse fuerte como local. Y después porque es un rival de la parte baja y estos puntos te ayudan a llegar antes al objetivo.

¿Tiene miedo de que Lucas Boyé acabe fichando por otro equipo en los próximos días?

Es un delantero joven que está haciendo temporadón. Es normal que llame la atención, pero él está aquí muy a gusto y quiere mucho al Elche. Está en un gran momento de forma y con confianza y lo demuestra en el campo. Para nosotros es un jugador clave.

Ya ha dejado asistencias, muestras de su precisión en el desplazamiento del balón y en el balón parado. ¿Para cuándo uno de sus famosos ‘cañonazos’ a la red?

Eso es algo que aún me falta desde que estoy aquí. Ya tengo ganas de marcar. Está bien dar asistencias, pero alguna vez tengo que meter uno yo, que también viene bien. Estoy seguro de que está cerca.

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