Ha vuelto a pasar. Alicante será en 2022 uno de los territorios que menos inversiones tiene en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado presentados por el Gobierno de España. La quinta provincia más poblada del país se queda con apenas 183 millones, un 1,4% del total nacional y un 15 % del dinero previsto en toda la Comunidad Valenciana: 1.208,61 millones, la mayor parte -de nuevo- en Valencia.
Esto supone un descenso de casi el 40 % respecto al año anterior, donde ya se arrastraba una infrafinanciación desde hace más de una década. En ningún ejercicio del que se tenga constancia Alicante ha estado por encima de la media española de inversión por habitante, según el histórico analizado por el Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca).
Y eso pese a que Alicante aporta el 34,1 % del Producto Interior Bruto (PIB) de la autonomía y sus comarcas cuentan con el 36,8 % de la población de la región. Pero el Gobierno de España insiste en dejar a la provincia a la cola de inversión por habitante, tanto del país como del conjunto autonómico.
¿Tiene alguna lectura política actual? Lo cierto es que Alicante es la única de las tres provincias cuya Diputación no está controlada por el PSOE. De hecho, el presidente la institución provincial alicantina, Carlos Mazón, fue elegido el pasado mes de junio líder del Partido Popular en toda la Comunidad Valenciana, y será el candidato contra Ximo Puig en las próximas elecciones.
Infrafinanciación por partida doble
Tal como ha publicado El Español, esta infrafinanciación en obras públiccas no se aplica solo desde el Estado. Según los datos de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan), desde junio de 2019 -inicio de la actual legislatura autonómica- hasta septiembre de 2021, la Generalitat Valenciana ha licitado 1.159,02 millones de euros en obra pública.
Pues bien. Alicante solo se ha llevado 340,44 millones, el 29% de esa cifra, mientras Valencia conseguía el 57% del total, 665,73 millones. Castellón ha acaparado 152,95 millones, el 14% restante, un porcentaje acorde a su generación del PIB. Luego el incremento del peso de Valencia se ha hecho a costa de disminuir la parte que le corresponde a Alicante, tal como reflejan los datos.
Este descenso fue especialmente acusado en el año de la pandemia (2020), cuando la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad redujo drásticamente un 60% las inversiones en la provincia. En concreto, pasó de gastar 57 millones de euros en año electoral a 22,5 al siguiente, según los datos desglosados la Cámara de Contratistas de la Comunidad Valenciana.