Paz social y flexibilidad en la producción son dos de los ganchos con que se quiere asentar el futuro de la planta de Ford en Almussafes. La negociación entre sindicatos y empresa se retoma este lunes con la mirada puesta en conseguir un nuevo modelo eléctrico en el que confían como forma de asegurar el proyecto en España.
La dirección de la factoría y los sindicatos han celebrado durante la última parte de 2021 ocho reuniones de la comisión negociadora del Acuerdo por la Electrificación. Y en ella el único avance que se ha producido es el calendario laboral de este año.
Este lunes tendrán que negociar otro expediente de regulación temporal de empleo. Será el primero de 2022, después de haber encadenado sucesivos ERTE desde que irrumpió la pandemia. Primero fue por la inestabilidad de la demanda, a lo que se añadió la falta de componentes, si bien ya en 2019 se aplicaron expedientes de empleo.
El uso de los ERTE, desconocidos para una mayoría hasta que llegó la pandemia del coronavirus, es habitual en las fábricas de automóviles. Según explica a Efe el portavoz de UGT en la planta de Almussafes, José Luis Parra, esto se debe a las fluctuaciones de las ventas. Como destaca, lo que realmente preocupa a la plantilla es el futuro, de ahí el objetivo de alcanzar un acuerdo en las próximas semanas.
Muchas vacaciones
Hasta ahora, la dirección de la planta ha planteado reducciones que no ha cuantificado. Sí ha cuestionado el pago del IPC pactado con UGT para 2021 (IPC real más el 0,5 %), que supondría un incremento retributivo del 7 % para los trabajadores con efecto retroactivo al 1 de enero de 2021.
En estas conversaciones, también han hablado de que hay muchos días de vacaciones y de un aumento de la jornada, pero todas estas cuestiones están todavía "verdes". De ahí que el representante sindical pida a la dirección que abandone "las ambigüedades".
Competencia entre plantas
El portavoz de UGT y secretario del Comité de empresa destaca en sus declaraciones a Efe el espíritu negociador de la parte sindical que ha proporcionado estabilidad a la fábrica de Almussafes. Ford se encuentra "en un punto de inflexión" para Europa y de forma indirecta "está diciendo que no hay producción para las dos plantas", señala en referencia a la alemana de Saarlouis y a la valenciana.
Tras advertir de que no quiere entrar en un escenario de competencia entre ambas plantas, Parra señala que la situación de Saarlouis es "si cabe un poco más dramática" que la de Almussafes. ¿Por qué? Como explica, están sufriendo más paradas de producción, aunque por otra parte el Gobierno alemán complementa más los ERTE que España.
Frente a eso, la estrategia de los fabricantes ante la falta de suministros ha sido destinar los existentes a los vehículos con mayor margen de beneficio. Y ahí es donde gana la planta valenciana porque es el caso del modelo Kuga que allí fabrican. Este, además, es uno de los que fabrican en esta planta que más se vende. Y conseguir la asignación de uno nuevo marcaría la diferencia de lo que pasaría en una factoría.
En noviembre de 2019 se llegó a un acuerdo con Ford Europa para garantizar el trabajo en todas las ubicaciones europeas, según recuerda Parra. En poco más de dos años, el escenario ha cambiado. Tanto por la pandemia como por el impulso a la electrificación en la movilidad. Eso, indica, hace que se estén "precipitando" decisiones y "nadie quiere quedarse fuera de la foto".
Las bazas de Almussafes
Parra pide a la dirección un avance en las negociaciones del Acuerdo por la Electrificación, que además se están llevando a cabo en dos países de forma simultánea por el mismo producto. Con cautela, el portavoz sindical se refiere a que en una comparativa entre las plantas de Valencia y Saarlouis, en Almussafes "tenemos ventajas". Eso, a priori, porque señala que otros factores pueden entrar en juego, como los políticos. Y, en ellos, las decisiones que se tomen "se escapan de nuestro ámbito".
Entre esas ventajas cita la flexibilidad en la fabricación. Hoy en día fabrica el Kuga y varios modelos más como el Mondeo, el Galaxy, el SMax o la furgoneta Transit, mientras que la alemana solo fabrica Focus. ¿Qué juega entonces más a favor de estos últimos? Su situación geográfica. En Almussafes, al sur del continente, la mayor parte de los vehículos que produce se trasladan al norte, lo que repercute en los costes logísticos.
Almussafes quiere hacer valer una baza, su trayectoria de paz social y una credibilidad "como planta, como plantilla y como voz de interlocución". "Sin denostar a nadie, decir que los retos que se han ofrecido aquí se han llevado a buen puerto con resultado satisfactorio para la compañía y para los trabajadores", concluye Parra.