El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ha vuelto a insistir en la necesidad de apostar por el modelo federal para alcanzar una "financiación justa" en la misma semana en las que el grupo de expertos del Consell ha enmendado la nueva financiación propuesta por la ministra de Hacienda María Jesús Montero, no solo por no solucionar el problema de la autonomía peor financiada desde hace años, sino por agravarla.
Sin embargo, su discurso, defendido en la conferencia ‘De la España autonómica al Estado federal que pronunció este viernes dentro del ciclo ‘Política para tiempos difíciles’ organizado por la Universidad de Alicante, se ha vuelto a olvidar del papel que juegan las provincias y, por el contrario, sí ha puesto en valor el desempeñado por los municipios.
En concreto, el líder socialista valenciano ha reivindicado la necesidad de una “lealtad vertical” entre las comunidades y el Estado, una “lealtad horizontal” entre las propias autonomías y una “lealtad capilar entre cada comunidad autónoma y sus municipios".
Para el president, transitar de la España autonómica a la España federal exige abordar los retos territoriales de “la España macrocefálica del centralismo independiente, la España unilateral del independentismo, la España divergente de la financiación injusta y el dumping fiscal, la España invisibilizada que nunca sale en el telediario y la España interior en peligro de extinción”.
En una nueva crítica anticentralista con el denominador común del Madrid de Ayuso, Puig no ha mencionado a las provincias de Castellón y Alicante, las cuales también reciben menos inversiones tanto de la Generalitat que él presidente como del Estado.
Su mensaje en la Universidad de Alicante, en cambio, se ha centrado en demandar, de nuevo, "una reforma económica que propicie una financiación autonómica garante de la suficiencia y de la equidad".
En este sentido, ha subrayado que la sociedad valenciana ha dado pasos desde la “unidad”, la “firmeza” y el “rigor”, en alusión al ya mencionado informe elaborado por el Comité de Personas Expertas con las alegaciones de la Comunitat Valenciana, un documento “compartido con el resto de fuerzas y agentes sociales y que será presentado el lunes ante el Ministerio con un objetivo: una España más justa”.
En segundo lugar, ha planteado una reforma de carácter político que permita impulsar "la cogobernanza, una forma eficaz de gestión, como se ha demostrado durante la pandemia". “Las autonomías deben incorporarse a la gobernanza de las grandes políticas de país”, ha reivindicado Puig, que ha pedido avanzar, a corto plazo, con las conferencias de presidentes y presidentas y las conferencias sectoriales; a medio plazo, con una reforma “pragmática” del Senado, y, a lago plazo, “con una reforma de la Constitución que explore la senda federal”.
Y, en tercer lugar, ha pedido una reforma “emocional” en favor de una “España de Españas”, que posibilite caminar hacia una “centralidad periférica”, algo que pasa por lograr que “las instituciones del Estado se distribuyan más allá de la capital”, redibujar los mapas de infraestructuras para “primar la España real frente a la España radial” y responder al problema “grave” de la despoblación.
Los principios del “alma federal”
Asimismo, el president ha señalado que los cuatro grandes principios que deben articular el “alma federal” son, tal y como ha enumerado, la concordia, la lealtad, la confianza federal y el patriotismo cívico.
Puig ha defendido que la España autonómica “vive un momento crucial par preservar esa concordia que tantos frutos nos ha dado”, y también ha reivindicado la necesidad de una “lealtad vertical” entre las comunidades y el Estado, una “lealtad horizontal” entre las propias autonomías y una “lealtad capilar” entre cada comunidad autónoma y sus municipios.
“La lealtad federal obliga a que nadie se apropie de España”, ha señalado también Puig, porque “España es mucho más que una de sus partes, que una de sus lenguas, que una de sus culturas”.
Además, se ha mostrado partidario de practicar la “confianza federal”, lo que pasa por que “cada parte tenga en cuenta sus intereses, los intereses del conjunto y los intereses de otras partes en el ejercicio de sus competencias”.
“La palabra clave es alianzas”, ha dicho el jefe del Consell, que se ha referido a las logradas con otras comunidades, porque “siempre hay margen para el acuerdo, sin frentismos, sin partidismos, sin cortoplacismos”. Por último, ha reivindicado también un “patriotismo cívico” que acabe con el “absurdo” de “la identificación de lo nacional con un lugar del país o con un acento”.
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