Vicente Armengol y Asun Córcoles, este martes en el centro de Alicante.

Vicente Armengol y Asun Córcoles, este martes en el centro de Alicante. M.H.

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El comercio de Alicante confía de nuevo en los turistas para que remonten las rebajas tras una floja Navidad

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El comercio de la ciudad de Alicante fía un año más su suerte a los turistas extranjeros en la campaña de rebajas de enero. Un deseo que no se cumplió en 2024 ni con la ayuda desde el lejano oriente ni de la misma provincia. A su demanda del fin de la desregularización de los descuentos añaden una petición local: más seguridad.

Ni el valorado maná de las carteras de los turistas extranjeros que han llegado de manera masiva a Alicante durante 2024 ha servido para dar un empujón a las cuentas de la campaña de Navidad. Vicente Armengol, presidente de la asociación Cor d'Alacant, así lo resume para EL ESPAÑOL.

"Siempre que tenemos visitantes, en cuanto al gasto ejercido en el comercio local de proximidad, nosotros lo notamos más", valora. "Estas navidades he podido disfrutar de noruegos, austriacos, polacos con mayor poder adquisitivo" y que han venido para "salvar la Navidad".

Repasando los percheros de su tienda Filant Ceremonia y Moda Hombre en la peatonalizada calle Bailén detalla los gastos de algunos de esos compradores extranjeros que han evitado que diciembre sea desastroso.

"Aunque en Reyes ha remontado, esperemos que la campaña de rebajas sea mejor que el año pasado porque el año pasado las rebajas, por desgracia, tampoco fueron lo que tenían que ser", lamenta.

Una suma de factores impide la recuperación comercial, a su juicio. Por un lado, la falta de estabilidad en las temperaturas de invierno hace que a enero se llegue sin haber vendido la ropa que abriga: "Si no hace frío en su tiempo, tenemos muchos hándicap para que todo se desarrolle como toca".

La inflación, especialmente en la vivienda con dos años consecutivos de récord, también lo complica. "Al final, la gente no puede estar en misa y repicando, en el sentido de atender todo. Se toman las decisiones", apunta sobre ese cambio en los hábitos de compra que sí beneficia a la restauración. 

De ahí que se adelante una de las demandas que Armengol valora es más compartida por los comerciantes: el fin de la desregularización de las rebajas que llegó como medida extrema por el Gobierno de Rajoy en 2012 para intentar superar la dura crisis. "Debería defenderse en el Congreso de diputados", afirma sobre esta suspensión.

Pero fiar a que llegue desde Madrid la solución a los problemas locales no basta. Por eso dirige también sus demandas al Ayuntamiento. "Aquí lo que toca es que hagan los deberes", reclama.

Y en esta peculiar carta a los Reyes Magos, que recuerda es "siempre lo mismo", pide "más seguridad, más iluminación y más limpieza, en general". Una demanda a la que contrapone que "nosotros, de puertas para adentro, ya hacemos nuestros deberes, que es que nuestros locales estén dignos". 

"Pedimos más inversión, sobre todo en la Concejalía de Comercio, que pueda tener más independencia para realizar actuaciones, llámense urbano-comerciales o de cualquier otro índole", razona centrando su objetivo.

Una petición que resalta porque "muchas veces no vemos reflejada la importancia o el peso que supuestamente tiene". "Siempre nos dicen lo guapos, lo altos que somos y qué bien lo hacemos. Pero cuando vemos un presupuesto, luego nuestra concejalía no se ve apoyada económicamente de la manera que nos gustaría ver", concluye.