¿Cerco a los 'pisos pirata'? La Comunidad Valenciana dobla sus inspectores turísticos en Alicante

Turisme Comunitat Valenciana, el organismo encargado de coordinar la política turística de la Generalitat, incorporará cinco nuevos trabajadores al servicio de inspección turística en la provincia de Alicante, lo que supondrá doblar al personal que trabaja en este departamento. Las plazas están ya aprobadas y cuentan con dotación presupuestaria, mientras que fuentes de la entidad explicaron a El Español que se han solicitado dos nuevos empleados. En Valencia el equipo lo forman cuatro personas, y en Castellón dos.

Aumentar la plantilla del equipo de inspecciones de la Comunidad Valenciana ha sido una reivindicación histórica tanto de los empresarios turísticos como de la Administración, que lleva años con un número muy reducido de funcionarios para controlar la proliferación de viviendas turísticas sin reglar.

De hecho, y ante la falta de medios, Turisme Comunitat Valenciana ha optado por establecer convenios con los ayuntamientos para reforzar las inspecciones y regularizar la situación de los alojamientos al margen de la normativa. Actualmente hay 19 municipios que colaboran directamente con la Generalitat, incluyendo sus cuerpos de Policía Local.

En cuanto a las cifras de 2021, difundidas este viernes, se han registrado un total de 5.276 nuevas viviendas turísticas. Por provincias, 3.608 están en la provincia de Alicante (un 68%), 910 en Valencia (17%) y 758 Castellón (15%).

Con respecto al programa de intrusismo para viviendas de uso turístico desarrollado en colaboración con ayuntamientos, durante 2021 se llevaron a cabo más de 300 actuaciones: 21 en Alicante, en virtud de los acuerdos firmados con los ayuntamientos de Santa Pola, Calpe, Benidorm, El Campello, Xàbia y Finestrat; 221 en Valencia, con la colaboración de los ayuntamientos de Gandia, Cullera, El Puig, Alboraya y Oliva; y 63 en Castellón, gracias a los pactos con Navajas, Morella, Benicàssim, Peñíscola y Alcalà de Xivert.

Otras acciones llevadas a cabo durante 2021 ha sido la comprobación de las actividades y empresas turísticas conforme a la legislación turística, el programa de calidad en hoteles a los programas de control a los guías de turismo, así como el programa de accesibilidad a empresas turísticas, entre otras.

Además, en la Comisión de Intrusismo de este viernes se ha aprobado el Plan de Inspección de 2022 que recoge actuaciones de comprobación de las reclamaciones y denuncias interpuestas por usuarios, la comprobación de establecimientos clandestinos, así como el asesoramiento a los profesionales del sector.

Una campaña contra estas prácticas

En este sentido, el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, indicó que el presupuesto que se va a destinar para combatir el intrusismo este año es de 350.000 euros, que se destinarán a hacer campañas en contra de estas prácticas "y en defensa de la oferta reglada, que es la que genera empleo, impuestos, imagen y reputación".

Colomer recalcó que "la lucha contra el intrusismo tiene que ver con disciplina, normativa, pero también con pedagogía social", por lo que se destina "una inversión específica para reforzar la buena experiencia turística que se basa, única y exclusivamente, en la visita a la oferta reglada que se somete a certificaciones, normativa y exigencias que el mercado nos pide".

Para el titular de Turisme "la profesionalizacion es una de nuestras obsesiones y el objetivo es que esta comisión sea lo más amplia posible para que todos podamos contribuir y aportar".

En esta línea, explicó que "retomamos la Comisión de Intrusismo con más fuerzas porque, todo parece indicar, que estamos a las puertas de un regreso de la masa crítica de flujo turístico", por lo que ha lanzado el mensaje de que "vamos a tener como prioridad la lucha contra el intrusismo".

Además, Colomer subrayó que "la lucha contra el intrusismo es coral" y recordó que "en el Estatuto del Municipio Turístico, uno de los parámetros para la designación de Municipio Turístico es el compromiso de acciones contra el intrusismo, ya que las ciudades son la primera línea de defensa de un turismo de calidad y donde el intrusismo no tiene cabida".