La Policía Local de Elche ha intervino en una vivienda de la localidad tres armas que no estaban declaradas, dos de las cuales han resultado ser del periodo de la Guerra Civil. Los hechos ocurrieron el pasado martes 1 de febrero cuando, sobre las 21 horas, una dotación policial que estaba destinada al control preventivo de robos en la pedanía de Las Bayas, observó un vehículo sospechoso, por lo que se procedió a su identificación.
Fue en ese momento cuando un hombre salió del chalé colindante. Al realizar la comprobación de su identidad, resulta que figuraba una orden de alejamiento de una mujer la cual, según la base de datos, residía en el domicilio.
Tras preguntar a los moradores, le dieron permiso para entrar en la vivienda y comprobaron que la mujer no vivía allí. Durante la inspección, se localizó en el lateral de un armario dos armas de la Guerra Civil y una escopeta de doble cañón, las cuales no estaban en el armero y se encontraban sin protección, además de no estar declaradas. Finalmente, los agentes intervinieron las armas y realizaron la correspondiente acta de sanción.
La ley especifica sobre estos casos que queda prohibida la tenencia o depósito de este tipo de material en el caso, como parece ser, de que esté en funcionamiento. Pero si el propietario de las armas antiguas alega que las posee por cuestiones relacionadas con el coleccionismo, en ese caso sería obligatorio solicitar una autorización y presentar las piezas a la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa para que la inutilice y lo certifique documentalmente.
Suceso similar
Es por ello por lo que este caso de Elche ha recordado a la gran operación desarrollada en 2012 por la Policía Nacional para intervenir centenares de granadas, fusiles, ametralladoras, bombas de aviación, obuses, armas cortas y piezas de arqueología. En total, fueron detenidas diez personas dedicadas a la compra-venta de material militar de la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial.
En esa ocasión, algunas de las piezas estaban en perfectas condiciones de funcionamiento y listas para explosionar, es decir, poseen cierta cantidad de carga y son inestables, según la Policía.
La operación en cuestión consistió en 12 registros en la Comunidad Valenciana, donde se detuvo al grueso, siete individuos, Cataluña, País Vasco y Castilla-La Mancha. Durante varios meses, los agentes de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional seguían la pista de una persona afincada en Bilbao que traficaba con obras arqueológicas de supuesta procedencia ilícita.
Las indagaciones policiales condujeron a un grupo delictivo dedicado a la compra-venta de material militar, la mayoría sin los certificados e inutilizaciones que la ley exige para este tipo de artefactos.