La increíble pintura de Augusto hallada en Elche: así es el rostro del primer emperador romano
Un vaso de cerámica de hace más de 2.000 años hallado en La Alcudia contiene en exclusiva un retrato del personaje histórico.
26 marzo, 2024 16:04El suelo de Elche es un tesoro en sí mismo que esconde joyas y piezas históricas que dejaron atrás las civilizaciones que habitaron la milenaria ciudad de Ilici, de ahí que se denomine a sus habitantes como ilicitanos. De entre los descubrimientos arqueológicos únicos que se han recuperado del olvido en el yacimiento de La Alcudia, uno es exclusivo en todo el mundo. Se trata de un vaso de 17,5 centímetros de altura, anchura y diámetro en la que se encuentra dibujado el rostro del primer emperador de Roma, Augusto, en lo que sería la única representación pintada que se conserva de todo el Imperio.
Esta pieza, si las hipótesis son ciertas, inmortalizaría el cambio de una población ibérica a una romana. Su origen se remonta entre el 20 antes de Cristo y el 20 después de su nacimiento, cuando los romanos ocuparon las tierras de la provincia. El vaso, denominado Cantharus de Augusto o de Ilici, se creó con las técnicas utilizadas en la época, que se basaban en la mezcla de arcillas del Vinalopó con arcillas de Agost.
Esto dio como resultado una mezcla que con menos calor que otros elementos en los hornos de producción cerámica conseguía "artículos de una calidad extraordinaria", como explica la arqueóloga de la Universidad de Alicante, Mercedes Tendero, quien participó en su estudio.
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La especialista indica que se trata de "pastas muy depuradas manipuladas por maestros alfareros para crear piezas de mesa y almacenamiento que luego pasaban a los maestros pintores", señala Tendero, quien fue una de las investigadoras que se percató de las características especiales de la obra. "Nos dimos cuenta de que ese vaso no correspondía a la tipología de los utensilios de mesa que tenía el mundo ibérico, el alfarero que la hizo se inspiró en copas romanas fabricadas en oro o plata usadas en banquetes y rituales", aclara.
En ese momento les llamó mucho la atención que un ibero realizara una pieza que no pertenecía a su cultura. Así, descubrieron que ese tipo de objetos se estaban produciendo durante el cambio de era para atender a los gustos, modas y ritos de los nuevos ciudadanos de hace 21 siglos. Con estos datos pudieron acortar su periodo a años próximos al nacimiento de Jesús, rompiendo con la estimación anterior de 100 años de margen.
Separadas por las asas de sus laterales se encuentran dos escenas, una con una identificada con una diosa por los arreboles en las mejillas, y en la escena contraria, dos personajes masculinos vistos de perfil. La arqueóloga manifiesta que "los rasgos físicos de uno de ellos, así como el pequeño rizoma que arranca de su cuello identificado con un lituus, un bastón ritual, están asociados a Augusto".
Para dar con esta interpretación, los arqueólogos que estudiaban La Alcudia tuvieron que "limpiar sus cabezas" y pensar en una sociedad romanizada en la que los alfareros fabricaban los nuevos recipientes y en la que los pintores representaban lo que veían en las monedas de la época. "En el anverso, las acuñaciones de monedas suelen llevar siempre la imagen del emperador, era una forma de darle publicidad a quién era el gobernante, ya que no existía internet ni la prensa", resalta.
Además, añade que otra prueba que relaciona la pintura con el personaje histórico, conocido como princeps, que significa primero, por ser el primer emperador, son los objetos que se encontraron en su interior. "Dentro hay una piedra semipreciosa para engarzar en un anillo o en un colgante que tiene tallado un capricornio, el símbolo de Augusto". Esta figura es tan representativa suya que, "a veces, solo se le identifica con él", asegura.
Romanización de Elche
La importancia del vaso, más allá de ser una obra única del primer emperador en todos los territorios que formaban parte de sus dominios, reside en que representa la mezcla de dos culturas y la alta calidad de la producción de los alfares y de los pintores locales que dibujaban las escenas en ellos antes de darle la cocción final.
También habla de una cultura lo suficientemente romanizada para abastecer la demanda de los nuevos conquistadores, 900 legionarios que recibieron la condición de civiles por sus hazañas y que poblaron la antigua Elche con sus familias y las personas que les acompañaban para cambiar su historia para siempre.
Con los ideales de Roma se eliminan los impuestos, se dota a la población de alcantarillado público, abastecimiento de agua potable, espacios termales, plazas, templos, edificios, se acuña la moneda y se establece un patrono fundador de la Ilici, Titus Statilitus Taurus, uno de los generales más distinguidos.