Una intervención del alcalde de Guardamar, el socialista José Luis Sáez en la televisión autonómica ayer alarmaba sobre el estado del cauce antiguo de la desembocadura del río Segura en su municipio. Los agricultores se unieron a la denuncia a escasas fechas del aniversario de la DANA de 2019 que anegó la comarca y cuando se hubo de reventar de forma controlada el encauzamiento para dar salida del agua al mar.
Desde ASAJA, Ramón Espinosa recordaba que en ese cauce seco desembocan seis azarbes (cauces de sobrantes de agua de los riegos). Si la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) no arregla la situación, explicaba, tendrán que adoptar medidas para que se haga un correcto mantenimiento del río en su desembocadura.
¿Pero es el cauce antiguo el mayor problema ante nuevas inundaciones? Para Manuel López, de la Asociación de Vecinos de Guardamar Playa, ese es el menor de los problemas. Mientras desaparecen las playas del municipio se acumula la arena en el cauce nuevo como lo demuestran las imágenes que han facilitado a este diario.
La acumulación de arena que no se vierte al mar ya sobresale a la altura de los amarres de los pescadores. Por eso ante la inacción de la CHS el Ayuntamiento hizo hace escasas fechas un dragado en la entrada del puerto deportivo. "Esa no es la solución porque no se han sacado las arenas a seco, a las playas -asegura López-. Simplemente se han dedicado a moverlas de un lugar a otro".
Como ha venido explicando este diario tras la intervención de López en las Cortes Valencianas, el problema de fondo es que el espigón que se construyó en los 90 está mal diseñado, mal ejecutado y carece de mantenimiento. Y es que se orientó al revés que todos los construidos en el Levante español, con orientación Este y Noreste (E-NE).
De hecho, el puerto deportivo ve cada año como sus clientes se van por la falta de calado y las dificultades de navegar y fondear. "Ya se vio en la última gota fría y si se produce otra será peor. No sé a qué están esperando no ya para cambiar el espigón, sino para dragar la desembocadura. En otros puertos es una partida constante en sus presupuestos", añade López.
La CHS saca pecho
En este contexto, la confederación emitió ayer una nota asegurando que el mantenimiento de la desembocadura se ha hecho correctamente y que ha costado más de 537.870 euros.
El presidente de la CHS, Mario Urrea, explicó que el cauce viejo del río Segura, ubicado en la zona de la desembocadura en el término municipal de Guardamar, funciona como un canal en lámina libre que recoge las aguas procedentes de los retornos de riego a través de distintos azarbes que se conectan con él.
"Dicho cauce dispone de 2 conexiones con el cauce principal del río (cauce nuevo) por medio de sendas compuertas que en régimen de normalidad se encuentran cerradas, pero que sirven para facilitar el desagüe en caso de avenidas extraordinarias", aseguró.
"En conjunto, las actuaciones supusieron una inversión de 537.870 euros, y gracias a ellas las futuras inundaciones que puedan llegar al cauce viejo podrán desaguarse a través del cauce nuevo, que cuenta con sección suficiente y un buen estado de mantenimiento. Esta configuración mejora notablemente la capacidad de desagüe en la desembocadura respecto a la situación existente con anterioridad a la DANA de 2019", prosiguió. Precisamente, lo que niegan los vecinos y las imágenes de la desembocadura
"A ello, además, se debe unir la inversión realizada por la CHS para la conservación y mantenimiento del cauce del río, así por ejemplo se ha realizado 11 limpiezas de la barrera de flotantes desde agosto de 2020 a agosto 2021, eliminando del cauce los residuos que se aportan a través de los azarbes (plásticos, vidrios, enseres y restos de podas)", continuó Urrea.
También, matizó, "se ha realizado en enero de 2021 tras la oportuna autorización ambiental por la Generalitat Valenciana el desbroce del cauce viejo en la desembocadura. Ya que este tramo de cauce se encuentra en una zona caracterizada como Zona Húmeda dentro de los Espacios Naturales Protegidos de la Generalitat Valenciana, condición que limita la ejecución de trabajos de desbroce por razón de la nidificación de especies y protección del ecosistema.
Entre las actuaciones Urrea señalo que en febrero de 2021 se realizó una recogida manual donde se extrajeron todos los residuos acumulados entre la vegetación y los sedimentos. Por último, en abril se reforzaron los taludes y se reparó el vallado para impedir el acceso al recinto.
"La inversión total ejecutada por la CHS en la desembocadura del antiguo cauce del río Segura en 2021 hasta el día de hoy supera los 140.000 euros. En los meses venideros se prevé continuar con los trabajos relacionados con la limpieza periódica de la barrera de flotantes que llegan a este tramo del antiguo cauce en la desembocadura", agregó el presidente de la CHS.
Eso, sí, aseguró Urrea, no está prevista ninguna actuación sobre la vegetación por haberse ejecutado el último desbroce hace meses y tratarse principalmente de carrizo, especie autóctona que presenta figura de protección medioambiental.