Orihuela ya sabe lo que es un Gobierno municipal con un tripartito de izquierdas. De 2011 a 2015 el alcalde "verde" Monserrate Guillén vivió cuatro años de problemas constantes con sus socios de PSOE y CLR -escisión del PP en los 90 alguno de cuyos miembros dirigen ahora Cs- que terminaron con un apoyo nítido de los electores al proyecto del popular Emilio Bascuñana (36,39%).
En 2019, el ascenso de Cs permitió que PP y los liberales pudiesen formar gobierno sumando entre ambos más de un 52% del apoyo ciudadano. Quedaba claro que la experiencia del mandato de Guillén y la izquierda (con apoyo del CLR) había sido muy mal valorada por los oriolanos en comparación con los cuatro años siguientes de Bascuñana.
El alcalde del PP mantuvo muy buenos resultados (apenas perdió 3 puntos porcentuales) pese al subidón de Cs y la entrada en el juego político municipal de Vox. Todo pintaba muy bien para el centro derecha local, pero las diferencias personales acabaron pasando factura a sus dos principales líderes, el alcalde y el portavoz liberal José Francisco Aix.
Esta semana, cuando PSOE y Cs han firmado en una notaría una moción de censura contra el PP con apoyo de Podemos (Cambiemos), la operación no se podía justificar en esas diferencias personales conocidas por todos en el capital de la Vega Baja. Había que buscar otra excusa: "la parálisis" municipal.
La portavoz socialista, Carolina Gracia, principal beneficiada de esta operación si sale bien pese a haber perdido dos elecciones contra Bascuñana y los últimos comicios internos de su partido, se justificó en “la incapacidad del actual alcalde Emilio Bascuñana de dar respuesta a los principales retos del municipio”. Le responsabiliza de “una auténtica parálisis en la gestión de las áreas municipales”.
El pretexto
¿Es cierta esa parálisis municipal? Y de haberse producido, ¿quién es el responsable? Estas son las dos preguntas que se hacen los oriolanos y quien analiza el conflicto personal entre los líderes de PP y Cs desde fuera. Si uno es alcalde, el otro hasta hace unos días era el portavoz del equipo de Gobierno municipal.
En estos tres años de mandato PP y Cs han sido incapaces de ponerse de acuerdo para presentar y aprobar unos presupuestos, así que se han ido prorrogando año a año. Se trata de más de 100 millones de euros con lo que acometer las principales inversiones del municipio.
Por otro lado, cuando Bascuñana entró en la Alcaldía en 2015 el Ayuntamiento estaba intervenido y se había producido cortes de luz e impagos por las deudas que dejó el tripartito de izquierdas. Hoy, todo eso queda muy lejos.
En el primer trimestre de 2022 el hasta ahora Gobierno municipal de PP-Cs había conseguido pagar préstamos por importe de casi 820.000 euros. Y la deuda a 1 de abril es de 6,5 millones de euros. Si tenemos en cuenta que en el "Informe Económico Financiero" del propio ayuntamiento en 2016 la deuda ascendía a 37,9 millones de euros, los problemas financieros parecen haberse ido arreglando año a año.
También ha mejorado mucho el pago medio a proveedores (PMP). En diciembre era de 29,90 días; en enero de 30,07 días; y en febrero (último mes registrado) de 29,97 días. Unas cifras que hablan bien de la gestión económica del pacto PP-Cs durante los últimos años.
En cuanto a los proyectos, Orihuela ya ha puesto en marcha importantes iniciativas que permitirán la reactivación de la ciudad en la fase pospandemia. Quizás el más ambicioso sea la inversión de 20 millones de euros (10 de ellos procedentes de la UE) para la recuperación del cinturón urbano del monte San Miguel, conocida como Edusi.
También está en marcha las rehabilitaciones de la antigua sede de la Caja de Ahorros de Nuestra Señora de Monserrate (3,5 millones de euros) y del Palacio de Rubalcava (3,8 millones). Recuperaciones patrimoniales que impulsarán proyectos económicos y de nuevas tecnologías como el laboratorio creativo FAV LAB.
Además, están previstas inversiones en el Palacio de los Antiguos Juzgados (2,7 millones de euros); la rehabilitación de Las Norias; reurbanización del Paseo Calvo Sotelo y de calles Loazes, Plaza Nueva, San Pascual (3,5 millones de euros); el Centro de Emergencias de La Costa; o el puente Autopista AP7 Lomas de Cabo Roig. Proyectos que pueden quedar en el aire con la moción de censura del 25 de abril.
También se prevé intervenir en el Palacio Marqués de Arneva (sede Ayuntamiento), de un millón de euros; la compra de la CAM; la rehabilitación Museo Arqueológico; el acceso al Castillo y su iluminación; la Casa de los Mineros y Paisaje; desarrollar la parcela del Parque de Bomberos; excavaciones en Los Saladares; el proyecto Pozos De Cremós; y las puestas en marcha de las oficinas Xaloc y de Urbanismo Municipal.