Durante el crepúsculo del 23 al 24 de junio tiene lugar la víspera de San Juan, una fiesta cristiana, de origen pagano, que se celebra en honor al nacimiento de San Juan Bautista. La noche está considerada como la más "corta" del año (cosa que no es cierta, ya que corresponde al 21 de junio) y con ella se da paso al inicio del verano.
Son muchos los países europeos que celebran la festividad: Inglaterra, Irlanda, Finlandia, Suecia, Noruega, Estonia, Portugal; y por supuesto, España. Pero este año, al igual que el anterior, la Noche de San Juan será diferente. En la provincia de Alicante, las playas de El Campello, Benidorm y la ciudad de Alicante cerrarán el acceso a sus playas para evitar contagios de la Covid-19.
Sin embargo, aunque este año no se puedan saltar las olas del mar, quemar cosas inservibles en alguna hoguera o pedir un deseo, la Noche de San Juan sigue siendo importante, sobre todo para los alicantinos que celebran esta festividad con ilusión y devoción. Por ello, cabe destacar dos de las leyendas que circulan alrededor de esta remota tradición.
La Encantá
Las localidades alicantinas de Rojales y Guardamar del Segura son el escenario donde se produce la aparición de la Encantá. La historia cuenta que una princesa árabe, de nombre Zoraida, se enamoró de un príncipe cristiano. Un hecho que no gustó demasiado a su padre, un malvado rey moro que ya había planeado quién sería el esposo ideal para su hija, por supuesto poseedor de grandes riquezas y de origen árabe.
La ira se apoderó del rey y condenó a su hija a vivir por siempre encantada en el interior del monte Cabezo Soler, cercano al río Segura. Todos los años, durante la Noche de San Juan, la Encantá sale al camino que va desde Rojales hasta Guardamar para buscar a algún caballero que la ayude a liberarse del hechizo.
La princesa cree que terminará con el encanto si convence a algún chico para que la lleve hasta las orillas del río y le bañe los pies. Sin embargo, cada vez que esto sucede el cuerpo de la chica comienza a hacerse muy pesado, por lo que el caballero al final se desvanece como consecuencia del cansancio y ambos caen al suelo sin deshacer el hechizo.
A su vez, la princesa, presa de su cólera, provoca otra maldición sobre su ayudante, haciendo que muera con la lengua fuera. Cada año, la Encantá vuelve a aparecer en la víspera de San Juan con la esperanza de que algún caballero le ayude a salir del monte Cabezo Soler, y así pueda volver con su amado.
La Font de la Jana
Teulada alberga la fuente de la Jana. Este lugar se vuelve mágico durante la Noche de San Juan. La leyenda cuenta que quién visita la fuente en la madrugada del 24 de junio se cruza con el hada Jonaina, quién promete hacerle realidad un deseo pero no sin pedir nada a cambio.
El trato está en que el visitante debe ser capaz de llevar al hada Jonaina hasta el pueblo, pero de espaldas, sin darse la vuelta para contemplarla. Se dice, que casi nadie ha cumplido su promesa debido a la fuerza del misterio que envuelve al hada.