A vueltas con 'El juego del calamar', la exitosa -y polémica- serie de Netflix, ahora en clave local. En un vídeo que circula estos días en redes sociales se puede ver cómo un joven hace parkour en el interior de la Muralla Roja de Calpe, el icónico edificio constructivista compuesto por 50 apartamentos envueltos por un enjambre de escaleras. 

La disposición de las mismas convierte esta edificación construida por el arquitecto Ricardo Bofill en 1973 en idónea no solo para practicar esta exigente disciplina física, sino también para simular cómo sería estar dentro del escenario de la serie surcoreana. 

Así, y gracias a la cámara que lleva incorporada en la cabeza el protagonista, se puede en primera persona cómo trata de huir de un individuo disfrazado de guardia, con metralleta en mano y con el rostro cubierto con la máscara tan característica. 

Para tratar de salvar su vida, y avanzamos que no siempre lo consigue, "el jugador" escala y salta escaleras, hasta el punto de escapar entre bloques de viviendas que están a una considerable altura, y situarse en lo alto de este conjunto arquitectónico del entorno de La Manzanera, donde sobresalen las torres de un estilo que Bofill ha asemejado al adobe norteafricano.

En su periplo, desarrollado en diferentes partidas, se puede divisar varios solariums, terrazas con vistas al Mediterráneo o, cómo no, la piscina al aire libre que descansa en lo alto del inmueble, donde se simula la ejecución del joven que cae el agua y acaba la partida. 

¿Influencia en la serie?

Desde que se estrenara la serie de Netflix a mediados de septiembre de este año, la especulación no se ha despegado de este lugar, del que numerosos fans y hasta algunos medios han asegurado que la obra escrita y dirigida por Hwang Dong-hyuk se inspiró en este singular edificio.

Nadie niega que los patios de color pastel y las infinitas escaleras guardan cierto parecido con los escenarios de la serie. A este respecto, el uso de los colores rojo y azul en la Muralla Roja ha servido a un doble propósito, por un lado, para ser potenciados por la luz solar, explicó hace una década el arquitecto a El Mundo. El segundo fin no es otro que hacer diferenciar al inquilino entre zona común -como la piscina-, de color rojo, de las viviendas, de color azul.  

Lo que sí quedó claro es que el videojuego Monument Valley 2 sí que se dejó atrapar, de manera abierta, por la estructura de la Muralla Roja, como se puede apreciar en esta imagen. 

Influencers en la Muralla

El atractivo que desprende desde hace años la Muralla Roja lleva al vecindario a arrastrar una cierta penitencia: los curiosos que se acercan a verla desde hace tiempo, aunque se ha acentuado con la aparición de las redes sociales y ahora con la serie televisiva. 

Muchos de ellos han asegurado estar "hartos" de encontrarse a cualquier hora del día a desconocidos haciéndose selfis o sobrevolando sus drones. Una rápida búsqueda en Instagram de #MurallaRoja arroja más de 17.000 publicaciones. Aunque luego están otros vecinos que viven de este encanto, alquilando sus apartamentos por 250 euros la noche, como se puede encontrar en Airbnb estos días.