Elche quiere ser Valencia. Ese es el objetivo que se marcó Compromís, el de repetir el modelo de movilidad sostenible que ha introducido Ribó en la capital del Turia. Y con ese sello y aval quiere llegar a las próximas elecciones municipales la coalición valenciana. De esta forma, los dos concejales de Compromís per Elx, la responsable de Movilidad ilicitana, Esther Díez, y Felip Sánchez -sin la presencia de ningún compañero del PSOE, con el que comparten gobierno- recibieron este martes a su homólogo valenciano, el también regidor Giussepe Grezzi, en su visita a Elche.
El encuentro sirvió, más allá de las alabanzas que ambas partes se profesaron, para poner en valor sus políticas sobre el transporte sostenible. Lo cierto es que ambas ciudades, salvando mucho las distancias, cuentan con una fisionomía parecida -son planas, con un río en medio, amplias zonas verdes...- que ha hecho posible el cambio de modelo introducido por Elche en consonancia con lo que ha venido realizando Valencia, inspirada en las ciudades del centro y norte de Europa.
Así que, para reducir la contaminación en el casco urbano, primero Valencia y después le ha seguido Elche, con muchas dudas en el anterior mandato y decididos ahora, se ha peatonalizado la plaza del Ayuntamiento con fuerte oposición de la derecha y de comerciantes. En el caso ilicitano, la determinación del alcalde Carlos González le ha llevado a desterrar la artería de la corredora; en el caso valenciano, ha recordado Grezzi, también se suprimieron los carriles por los que antes circulaban 10.000 vehículos diarios.
La idea no es otra que sustituirlos por bicicletas y patinetes. A este respecto Elche, con su modelo de gestión pública Bicielx -fracasado en buena parte de la provincia- que introdujo el PSOE hace tres lustros, fomentó el PP después y ha seguido apostando fuertemente Compromís desde 2015, las bicicletas han tomado las calles. En las últimas semanas se ha llegado a la estación 51 -y con los fondos europeos se espera rebasar el centenar- y se ha ampliado el horario las 24 horas, una reivindicación de sus miles de usuarios.
Y a las dos ruedas le hacía falta carriles, deficitarios hasta hace poco y abundantes en los últimos años, incluido el de la avenida Juan Carlos I, quitando uno de los dos carriles a los vehículos con, de nuevo, oposición de la oposición, a los que habrá que sumar, en licitación, los próximos carriles bici de la avenida de Alicante y de la calle Pedro Juan Perpiñán. Grezzi, por su parte, recordó que Valencia cuenta ahora con 40 kilómetros de carril bici, “más de un 30% de los que teníamos, haciendo que seamos la ciudad española y mediterránea donde más se usa la bicicleta”. Valencia "es el espejo donde nos miramos para llevar a término muchas actuaciones", resumió Esther Díez.