Alicante

Cinco menores de entre 4 y 6 años en un relativo buen estado de salud han sido interceptados tras llegar a la costa de Altea (Alicante) a bordo de una patera con veinte inmigrantes.

Según ha informado la Cruz Roja, la embarcación precaria ha sido avistada a primera hora de la mañana de este viernes y además de los cinco menores, dos niñas y tres niños, había tres mujeres, una de ellas embarazada y doce varones adultos, todos en buen estado pese a las temperaturas gélidas que ha habido esta noche invernal en altamar.

La Cruz Roja ha movilizado a un equipo para la atención sociosanitaria de los inmigrantes en las instalaciones habilitadas para este servicio en el puerto de la ciudad de Alicante, donde estas personas acaban de llegar, trasladadas por la Guardia Civil, y donde han sido sometidos a pruebas PCR para la detección de posibles casos de la covid-19. 

Menores que han llegado en la patera de hoy, atendidos por Cruz Roja Cruz Roja Alicante.

El momento de la llegada a la playa del Albir la han captado varios vecinos. "Es una lástima", se le oye a una mujer que contempla cómo desembarcan en tierra al tiempo que se aproximan autoridades para evitar su huida. "Qué les venderán a este gente para que se vengan aquí", prosigue. "Y se gastan un dineral, lo que no tienen, para venir", añade. Antes de que acabe el vídeo de grabar, concluye la vecina: "Es un riesgo que corren". 

De hecho, haces unos días, el pasado 17 de enero, se supo por la ONG Caminando Fronteras de la posible muerte de 43 personas migrantes a bordo de una patera -una lancha neumática- en la costa marroquí de Tarfaya cuando iban rumbo de las islas Canarias. Solo hubo 10 supervivientes y entre los fallecidos se encontraban tres bebés, recogió la organización de la activista Helena Maleno.  

A este respecto, se cree que una organización criminal que operaba en Alicante, Murcia y Almería y desarticulada por la Policía Nacional, está detrás de la muerte de 11 personas migrantes en febrero del año pasado cuando intentaban llegar a la costa en patera. 

Según estas fuentes policiales, los inmigrantes han llegado a pagar entre 4.000 y 7.500 euros a las mafias para que les ayuden a entrar en España. Esta banda, que cayó el pasado mes de agosto con la detención de 21 personas, estaría detrás de 21 episodios migratorios con destino a la península, habiéndose contabilizado más de 40 pateras con una media de 15 personas. Se estima, por lo tanto, que habrían introducido clandestinamente en territorio nacional a más de 500 personas. Este negocio ilegal se tradujo en beneficios superiores a 2.500.000 de euros.

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