Una carrera de quince años estafando por internet desde la ciudad de Alicante ha llegado a su fin. Esa es la acusación por la que la Guardia Civil ha detenido a un hombre que llevaba más de una década huido de la justicia.

En la operación Zenigata han logrado identificar a 233 personas en toda España, así como a 61 personas y 7 empresas a quienes les habían suplantado la identidad y que habían sido estafadas. Además, se han localizado más de 180 cuentas bancarias utilizadas para desviar el dinero conseguido de este modo. Según indican a través de un comunicado, se estima que el autor habría podido estafar más de 55.000 euros.

La operación se inició en enero del 2022, cuando la Guardia Civil recibió la denuncia de una persona en Bizkaia. En ella se manifestaba que había sido víctima de una presunta estafa porque había comprado una consola de videojuegos a través de Internet y nunca le llegó el producto. Los agentes iniciaron una investigación a partir de esos datos y pudieron comprobar que una persona estaba ofertando productos a través de páginas web fraudulentas simulando el nombre y el logo de comercios reales.

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El comunicado explica que esta persona utilizaba cuentas bancarias a nombre de terceras personas sin su consentimiento para así recibir el dinero de las ventas. A través de varios números de teléfono recibía los pagos mediante una conocida aplicación de pago telefónico instantáneo.

A partir de estos indicios, los agentes lograron localizar el domicilio del sospechoso y un trastero a pocos kilómetros de su vivienda en el que supuestamente escondía toda la infraestructura necesaria para acometer las estafas.

De los registros practicados, los agentes hallaron múltiples tarjetas bancarias, teléfonos móviles para las extracciones del efectivo, y paquetería de compras realizadas por el detenido, todo ello a nombre de personas a las cuales había suplantado la identidad.

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Uno de los aspectos en los que la Guardia Civil hace hincapié es en el sistema que había conseguido montar para evadir la acción policial y judicial. Gracias a cuatro teléfonos móviles conectados en una misma red podía gestionar el dinero entrante de las estafas y rápidamente moverlo a diferentes cuentas para ocultar su rastro. A eso sumaba otras medidas para no ser localizado, como pagos habituales con tarjetas a nombre de otras personas o no figurar como titular de ningún contrato o suministro.

El estafador abría un negocio digital en Internet copiando el nombre y datos de una tienda real. Atraía a sus víctimas con precios ligeramente inferiores a los de otros comercios. Cuando los clientes no recibían el producto lo reclamaban. Y ahí aprovechaba para supuestamente lanzar otra trampa: les pedía una fotografía de su DNI por ambas caras para hacer efectiva la devolución del dinero por el seguro de compras.

Quienes caían en esa trampa seguían sin recibir la devolución y, además, sus datos eran utilizados para activar cuentas bancarias y teléfonos móviles para seguir estafando. El autor, que llevaba más de 15 años de experiencia en la realización de estafas, tenía tal fijación que incluso utilizó la identidad de su expareja para efectuar engaños y obtener números de cuenta y líneas de teléfono móvil.

Consejos

La Guardia Civil recomienda que al comprar por internet se asegure de que la web es legítima. No se fíe de precios llamativamente bajos. No se conforme con que aparezca una dirección, un número de teléfono u opiniones de otros compradores ya que estos son elementos fácilmente falsificables. Ante la más mínima sospecha busque el nombre de la tienda en internet para ver reseñas en sitios de confianza o comentarios en foros. Toda precaución es poca.

Si ha sido estafado, debe denunciar aunque el importe no sea alto. Los delincuentes realizan numerosas estafas pequeñas para acumular grandes cantidades. La investigación continúa abierta, para la identificación de otros perjudicados, por lo que si usted ha sido víctima de una estafa de similares características, debe ponerlo en conocimiento con la mayor brevedad posible.

La operación ha sido desarrollada por Equipo @ y EDITE (Equipo de Delitos Informáticos y Tecnológicos) de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de Bizkaia, que han contado con la colaboración de la USECIC de la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante y dirigida por Juzgado de Instrucción número 6 de Bilbao.