El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha manifestado este martes que a partir del 9 de octubre habrá un nuevo diálogo con el sector del ocio nocturno para conseguir que estos espacios sean "seguros" para la ciudadanía, que en definitiva "son aquellos en los que participan personas que están vacunadas".
Puig ha insistido en que se está intentando una recuperación de la normalidad pero de forma "progresiva", porque todavía hay una presencia relativamente importante del virus de la Covid-19 en la Comunidad, aunque la incidencia es baja. Estas declaraciones, que recoge Efe, las ha hecho precisamente tras asistir al acto de clausura de los puntos de vacunación masiva, en el Museo de las Ciencias de València.
"Por eso ahora intentamos limitar el riesgo de contagios que se puede producir pensando que ya ha pasado", ha señalado. Y ahí se ha apoyado en las restricciones de horarios y número de asistentes en los locales de ocio y hostelería de la Comunidad. Según anunció este lunes Puig, los locales de hostelería podrán aumentar los aforos interiores hasta el 75 %, las mesas podrán ser de hasta 10 personas, se permitirá el uso de la barra sentado y la hora de cierre será según la licencia de cada local.
Los de ocio nocturno podrán ampliar el número de asistentes del 50 al 75 %, con mesas de 10 personas, uso de la barra sentado, se permitirá el baile en el lugar preasignado y se amplía el horario hasta las 5 horas. Estas limitaciones que se mantienen vigentes hasta el 9 de octubre se centran en un ámbito específico y Puig ha añadido que eso es así porque "el baile tiene que estar sujeto a unas normas que aún no son las de la normalidad".
El esperado diálogo
En estos cambios que aplican las patronales lamentan la falta de diálogo, pese a que el presidente Ximo Puig así lo anuncia reiteradamente. Tanto desde Alicante, como ARA y Alroa, y las de la Comunidad Valenciana, como CEOH CV, señalan las dificultades que han tenido para ser escuchados sobre este propósito.
En este caso, según han anunciado en Valencia, la idea es que a partir del 9 de octubre se produzca un diálogo con el sector del ocio. El que consideran como uno de los sectores donde más contagios se pueden producir, para que se limite al máximo esa eventualidad y "podamos conseguir espacios seguros para la ciudadanía, que son aquellos en los que participan personas que están vacunadas".
Sobre la utilidad de esta medida, ya se ha pronunciado el presidente de ARA, César Anca. Y lo ha hecho con contundencia: "Es totalmente inútil. Es una cosa que se han inventado para que la hostelería siga marcada. No sirve ni como placebo. Porque es una chorrada. Estás vacunado y puedes volver a contagiarte y contagiar. Y eso hay que decirlo".
El pasaporte y la ley
Preguntado sobre si ello pasa por establecer el pasaporte Covid o certificado de vacunación para el acceso de locales de ocio y hostelería, Puig ha dicho que sería una posibilidad, pero en España está limitada por la sentencia del Tribunal Supremo.
"Insistiremos en que el consejo interterritorial tome alguna decisión al respecto y mientras tanto nosotros lo que queremos es acordar con el sector que desde el punto de vista del derecho de admisión pudieran participar en esta operación para garantizar la seguridad de los ciudadanos que van a los espacios de ocio", ha indicado.
Esa posibilidad, ya en el aire desde que se creó el pasaporte Covid a principios de verano, la ven difícil desde las mencionadas patronales. De nuevo, Anca se pronunciaba al respecto recordando que "los hosteleros no somos policías para andar controlando los detalles del historial sanitario de la gente. Ni es nuestra función ni creo que se nos pueda exigir".
En este encuentro ante los periodistas, el presidente Puig ha concluido que el Gobierno valenciano también está preocupado por otros ámbitos, como son las residencias, "en los que hay que plantear alguna medida que garantice la seguridad de los residentes".